Capítulo 59: ¡Sorpresa!

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Nos separamos y corrí por el pasillo para buscar a mi mejor amigo, Klaus. Él estaba en su habitación vistiéndose.

- ¡Ay, Klaus! ¡Pero cierra la puerta si te vas a cambiar! -dije tapándome los ojos y dándome la vuelta.

- Uy, perdón. Espera, me pongo algo. -dijo él cerrando la puerta.

Yo me reí y esperé a que me abriera. No tardó demasiado en hacerlo, pero ya estaba vestido con una falda y una chaqueta mía.

- ¿Ese es el conjunto que me compré para cuando Vanya nos presentó a Sissy? -dije mirando a Klaus de arriba a abajo.

- Sip, ¿a qué me queda bien? -dijo él dando una vuelta.

- Como un guante. -dije sonriendo. -Oye, he venido porque tengo algo muy importante que contarte.

- Yo tengo que contarte algo también. -dijo dándole toquecitos a la cama para que me sentase a su lado.

- Está bien, empieza tú.

- Bueno, T/n. Escucha bien. Vas a flipar. He descubierto algo que hace unos años ni imaginaría que iba a pasar. Soy gay. -dijo sonriendo.

- ¡Eso es fantástico, Klaus! ¿Cómo lo has sabido? -pregunté sonriendo.

- Hace unos meses que me he cansado de las chicas. Conocí a un chico gay en una fiesta y... me gustó, no te voy a mentir. Se llama Dave, es muy guapo y simpático. Te caería bien. -contestó Klaus emocionado.

- Me alegro muchísimo por ti, Klaus. De verdad. Nos lo tienes que presentar.

- Lo haré, enana. Oye, ¿y eso tan importante que me tenías que contar?

- Pues... ¡estoy embarazada! ¡Sorpresa! -dije levantándome de la cama y alzando los brazos.

- ¿Es... es en serio, T/n? -dijo abriendo mucho los ojos.

- Sí, Klausito. -dije sonriendo.

- Ay, enana. Te has hecho mayor. Y yo que te creía mi bebé. ¡Voy a ser tío! Joder, que ilusión. -dijo mi hermano gritando.

- Pero Klaus, shh. Que Cinco no lo sabe aún. -dije poniéndole la mano en la boca.

- ¿Quién más lo sabe?

- Vanya y Allison.

- Tenemos que contárselo a los demás, menos a Cinco. Mira, vamos a hacer algo. Le decimos a Cinco que te encuentras mal y que quieres que te traiga tus donuts favoritos, así se lo decimos a los demás y preparamos una especie de fiesta. Es nuestro cumpleaños, así que puedes decírselo cuando todos nos hayamos dado los regalos. ¿Te parece? -sugirió él.

- Sí, sí, sí y mil veces sí. Eres el mejor, Klaus. Te quiero. -dije dándole un beso en la mejilla.

- Yo también te quiero, enana. Bueno, vamos. Corre a tu habitación y tápate con una manta. Yo voy a decirle a Cinco que te encuentras mal. -dijo él.

Yo asentí y salí corriendo de su habitación para hacer lo que él me dijo. Al cabo de unos minutos, Cinco entró en la habitación.

- Hola, bonita. ¿Te sientes mal? -dijo con voz dulce.

Se sentó a mi lado y yo le puse la mano en la mejilla.

- Sí, me duele mucho la cabeza. -dije haciendo pucheros e intentando no reírme.

- Oh, pobrecita. ¿Quieres que te traiga algo, cariño?

- ¿Puedes ir a por donuts, porfi? 

- Vale. Ahora vengo, espérame aquí. -dijo dándome un beso en la frente.

Cinco salió de la habitación y yo esperé a escuchar la puerta cerrarse para levantarme y reunir a mis hermanos en el salón. Cuando todos estuvieron allí, yo me quedé de pie frente a ellos y dije:

- Chicos, tengo algo que contaros... ¡estoy embarazada! -dije sonriendo.

Diego y Luther, que eran los que no lo sabían, se levantaron para felicitarme y abrazarme. Yo les conté lo de la fiesta y ellos quisieron ayudar. 

Juntos en el apocalipsis (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora