Nos separamos y corrí por el pasillo para buscar a mi mejor amigo, Klaus. Él estaba en su habitación vistiéndose.
- ¡Ay, Klaus! ¡Pero cierra la puerta si te vas a cambiar! -dije tapándome los ojos y dándome la vuelta.
- Uy, perdón. Espera, me pongo algo. -dijo él cerrando la puerta.
Yo me reí y esperé a que me abriera. No tardó demasiado en hacerlo, pero ya estaba vestido con una falda y una chaqueta mía.
- ¿Ese es el conjunto que me compré para cuando Vanya nos presentó a Sissy? -dije mirando a Klaus de arriba a abajo.
- Sip, ¿a qué me queda bien? -dijo él dando una vuelta.
- Como un guante. -dije sonriendo. -Oye, he venido porque tengo algo muy importante que contarte.
- Yo tengo que contarte algo también. -dijo dándole toquecitos a la cama para que me sentase a su lado.
- Está bien, empieza tú.
- Bueno, T/n. Escucha bien. Vas a flipar. He descubierto algo que hace unos años ni imaginaría que iba a pasar. Soy gay. -dijo sonriendo.
- ¡Eso es fantástico, Klaus! ¿Cómo lo has sabido? -pregunté sonriendo.
- Hace unos meses que me he cansado de las chicas. Conocí a un chico gay en una fiesta y... me gustó, no te voy a mentir. Se llama Dave, es muy guapo y simpático. Te caería bien. -contestó Klaus emocionado.
- Me alegro muchísimo por ti, Klaus. De verdad. Nos lo tienes que presentar.
- Lo haré, enana. Oye, ¿y eso tan importante que me tenías que contar?
- Pues... ¡estoy embarazada! ¡Sorpresa! -dije levantándome de la cama y alzando los brazos.
- ¿Es... es en serio, T/n? -dijo abriendo mucho los ojos.
- Sí, Klausito. -dije sonriendo.
- Ay, enana. Te has hecho mayor. Y yo que te creía mi bebé. ¡Voy a ser tío! Joder, que ilusión. -dijo mi hermano gritando.
- Pero Klaus, shh. Que Cinco no lo sabe aún. -dije poniéndole la mano en la boca.
- ¿Quién más lo sabe?
- Vanya y Allison.
- Tenemos que contárselo a los demás, menos a Cinco. Mira, vamos a hacer algo. Le decimos a Cinco que te encuentras mal y que quieres que te traiga tus donuts favoritos, así se lo decimos a los demás y preparamos una especie de fiesta. Es nuestro cumpleaños, así que puedes decírselo cuando todos nos hayamos dado los regalos. ¿Te parece? -sugirió él.
- Sí, sí, sí y mil veces sí. Eres el mejor, Klaus. Te quiero. -dije dándole un beso en la mejilla.
- Yo también te quiero, enana. Bueno, vamos. Corre a tu habitación y tápate con una manta. Yo voy a decirle a Cinco que te encuentras mal. -dijo él.
Yo asentí y salí corriendo de su habitación para hacer lo que él me dijo. Al cabo de unos minutos, Cinco entró en la habitación.
- Hola, bonita. ¿Te sientes mal? -dijo con voz dulce.
Se sentó a mi lado y yo le puse la mano en la mejilla.
- Sí, me duele mucho la cabeza. -dije haciendo pucheros e intentando no reírme.
- Oh, pobrecita. ¿Quieres que te traiga algo, cariño?
- ¿Puedes ir a por donuts, porfi?
- Vale. Ahora vengo, espérame aquí. -dijo dándome un beso en la frente.
Cinco salió de la habitación y yo esperé a escuchar la puerta cerrarse para levantarme y reunir a mis hermanos en el salón. Cuando todos estuvieron allí, yo me quedé de pie frente a ellos y dije:
- Chicos, tengo algo que contaros... ¡estoy embarazada! -dije sonriendo.
Diego y Luther, que eran los que no lo sabían, se levantaron para felicitarme y abrazarme. Yo les conté lo de la fiesta y ellos quisieron ayudar.
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Juntos en el apocalipsis (Terminada)
Random- Mami, ¿cómo conociste a papi? - ¡Sí, sí cuéntanos! - Está bien, sentaos en el sofá y os lo contaré todo. Yo era una chica de 13 años que vivía con sus padres en una humilde casa en una ciudad. Pero un día como otro, mis padres estaban peleando en...