Capítulo 44: Tatuaje

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Unas semanas después de la fiesta de pijamas, específicamente sábado 1 de octubre era nuestro cumpleaños y justo a las siete de la mañana papá nos despertó con una alarma que retumbó en toda la casa anunciando que bajáramos al salón. Yo que estaba dormida en la habitación de Vanya me levanté y justo en ese instante entró Cinco teletransportándose.

- Oye, chicas ¿alguna de las dos sabe porque nos llama papá? -dijo Cinco con cara de dormido y voz de cansancio.

-Cinco, no tengo ni idea. Tú ve bajando y ahora vamos Vanya y yo. -dije frotándome los ojos. 

 Cuando Cinco se fue, yo desperté a Vanya y las dos bajamos rápidamente al salón. 

- ¿Alguien sabe por qué coño estamos despiertos un sábado a las 7 de la mañana? -dije un poco molesta.

-No tengo ni la más mínima idea. Ya está el viejo dando por culo. -dijo klaus 

No pude aguantar y me eché a reír pero en ese momento Reginald entró en la sala y con un tono serio dijo:

- Niños, ya que hoy es vuestro cumpleaños quiero haceros un regalo.

Yo, que estaba lejos de Cinco, lo miré a los ojos extrañada pensando qué iba a pasar porque no me esperaba esto de papá, como siempre es tan serio...

- Os voy hacer un tatuaje con el logo de la Umbrella Academy a cada uno así que, Número uno, ven conmigo. Cuando terminemos llamaré a Número dos y así consecutivamente. -explicó Reginald.

Papá se llevó a Luther agarrado del brazo y el giró la cabeza para mirar asustado a Allison, a lo que ella respondió negando y bajando la cabeza.

Yo me quedé perpleja, estaba temblando y me estaba mareando así que decidí sentarme en el sofá antes de caerme al suelo.

- ¿Cinco...? -dije confusa y con un nudo en la garganta mientras me frotaba los ojos porque veía borroso.

Cinco y los demás me miraron y rápidamente se sentaron en el sofá cerca de mí.

-T/n, ¿estás bien? -dijo Cinco preocupado. 

-No, no, no puedo, Cinco. ¡No puedo! -dije asustada.

-T/n, tranquilízate. -dijo Cinco cogiéndome la mano. 

-Estamos obligados a hacer esto y a todos nos ha pillado por sorpresa, pero tú eres muy fuerte, créeme. Estos días has superado cosas que yo no hubiera superado en años. Esto no es nada para ti... -dijo mirándome a los ojos 

-Cinco,  gracias. Pero es que le tengo pánico a las agujas.

-Cariño, eso es lo de menos... -dijo riéndose. -No te va a doler. Si quieres yo voy contigo, ¿sí? 

Baje la cabeza y no respondí. 

- Chicos, en las misiones nos han apuñalado, pegado y casi dejado en coma ¿en serio nos vamos a quejar por un tatuaje? -dijo Cinco intentando disimular su miedo y dándonos ánimos.

Todos levantamos la cabeza y entramos en razón. Nos quedamos esperando un rato y cuando salió Luther con lágrimas en los ojos no paramos de consolarlo y hacerle preguntas. Diego entró después de él y luego Allison, Klaus y Cinco.

Cuando Cinco salió y dijo que no dolía nada haciéndose el fuerte, aunque se le notaba en la cara que no le gustó mucho la experiencia.

-Número 8, es tu turno. -dijo Reginald. 

La verdad es que se me hizo extraño no escuchar ni pero seis ni número siete pero de repente Vanya dijo con tono borde: 

-Papá, ¿y a mí no me lo vas a hacer? 

- Número 7, ya hemos hablado de esto. Tú no eres especial.

Noté a Vanya enfadada y me acerqué a ella.

- Papá y si no tengo nada especial, ¿por qué me adoptaste? Odio esta familia. Siempre estoy discriminada por no tener poderes. Los únicos que me tratan bien aquí son T/n, Allison, Diego, Klaus y Cinco! -dijo Vanya muy alterada.

Todo empezó a temblar y a moverse y nos quedamos asombrados.

-Vanya, ¡mira! Lo has conseguido, ¡tienes poderes! -dije señalando la lampara que estaba moviendose.

-Eso... ¿lo he hecho yo? Dijo Vanya confusa.

- Sí, Vanya. Lo has hecho tú. -dije abrazándola

Todos se acercaron a ella para felicitarla y Reginald decidió hacerle el tatuaje a ella también.

Cuando Vanya se fue, todos empezamos a hablar sobre sus poderes hasta que volvió y finalmente me tocó a mí.

-Numero 8... 

-Voy. -dije levantando del sofá segura de mí misma.

- ¿Puedo acompañarla? -dijo Cinco.

- No, de eso ni hablar. ¡Viene sola y se acabo! ¿¡Que tonterías son estas!? -dijo Reginald muy borde y enfadado.

La verdad es que me sentí muy mal por cinco el solo quería ayudarme pero le dije adiós y me fui a que me hicieran el tatuaje. La verdad es que me dolió bastante pero pude aguantarlo y salí corriendo a darle un abrazo a Cinco.

- T/n, ¿te ha dolido? -me preguntó.

- No mucho. -dije mintiendo para que no se preocupase.

Me separé de él y me dijo:

- T/n tengo un regalo para ti ya que es nuestro cumpleaños... 

Iba a sacar algo del bolsillo pero salté alterada al ver algo que me dejó perpleja.

- ¡Cinco! ¡Cuidado! -grite dándole un empujón para que se cayera al suelo y así salvarle la vida.







Juntos en el apocalipsis (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora