Me desperté después de haber estado 3 horas durmiendo y me dolía la cabeza.
- Mierda... ¿por qué bebí tanto? -dije frotándome la frente.
Me levanté de la cama como pude y fui mareada a la cocina, donde Cinco estaba bebiendo café y haciendo cuentas en una servilleta.
- ¡Cinco! -le grité para asustarlo.
- ¡Ah! ¡T/n! -dijo asustado.
- Jajaja, lo siento. ¿Has visto a los demás? -pregunté.
- No. Lo último que supe de ellos es que se fueron al centro comercial con mamá y papá. Yo les dije que como te encontrabas mal, me quedaría aquí contigo.
- ¿Y papá no te ha advertido que...?
- No, porque mamá se ha comprado un vestido nuevo y estaba muy ocupado mirándola. Creo que se le ha olvidado.
- Jajaja, este Reginald. Entonces... ¿eso significa que tenemos la casa sola? -pregunté abrazando a Cinco por la espalda.
- Sí, aunque... tengo que concentrarme en esto. Son cuentas que nos ayudarán a... -empezó a decir Cinco.
Paró de hablar cuando empecé a darle besos en el cuello. Él se levantó de la silla, me cogió en brazos y me pegó a la pared. Me encantaba cuando hacía eso.
- No juegues con fuego, bonita. Te vas a quemar. -dijo muy cerca de mis labios.
Yo lo agarré del cuello y lo besé muy cariñosamente. Había empezado septiembre y casi era otoño, pero en esa habitación hacía demasiado calor. Yo me separé de Cinco para ir hacia la radio. La encendí y justo empezó a sonar "Dive" de Ed Sheeran.
- Me encanta esta canción. -dije sonriendo.
- Entonces supongo que tendré que sacarte a bailar. -dijo Cinco tendiéndome la mano.
Empezamos a bailar muy pegados y cuando sonó el estribillo, empecé a cantar, susurrando cerca de su oído:
- "So don't call me baby, unless you mean it. Don't tell me you need me, if you don't believe it. So let me know the truth, before I dive right into you..."- T/n, eres lo mejor que me ha pasado en la vida.
Yo me sonrojé y lo abracé. Jamás había sentido con nadie lo que Cinco me hacía sentir. Estuvimos todo lo que duró la canción abrazados. Cuando acabó la canción lo miré a los bonitos ojos verdes que tenía y vi ese brillo especial que tan enamorada me tenía y lo besé.
- No te separes de mí nunca, ¿vale, Cinquito?
- ¡No me llames así! -dijo con cara de enfado.
- Jajaja, vale. Pero ahora en serio. -dije cogiéndolo de las manos. -No te separes de mí. Siempre estaré ahí para ti, Cinco. Lo prometo.
- No lo haré. -dijo él sonriendo.
-¡Tengo una idea! ¡Vamos a por un café y unos donuts! -dije entusiasmada.
- ¡Vale! Me cambio y nos vamos. Tú no querrás ir en pijama, ¿no?
- Jajaja, no. Me pondré guapa, ya verás.
Cinco sonrió y me besó rápidamente. Yo corrí a cambiarme y me puse un jersey gris que me dejaba al descubierto los hombros y unos vaqueros largos y anchos de color negro. Pensé en alisarme el pelo, pero me encantaban las ondas naturales que tenía y al final me lo dejé así. Por supuesto, nada de maquillaje. Saqué la cadenita que me regaló Cinco, que se había quedado dentro del jersey y me la coloqué bien para que se viera.
Bajé las escaleras y Cinco ya estaba allí esperándome. Estaba muy guapo, con una camiseta blanca y unos vaqueros azules. Mientras bajaba las escaleras, él me estaba mirando con una sonrisa. Cuando llegué abajo me cogió de la mano y me dijo:
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Juntos en el apocalipsis (Terminada)
Random- Mami, ¿cómo conociste a papi? - ¡Sí, sí cuéntanos! - Está bien, sentaos en el sofá y os lo contaré todo. Yo era una chica de 13 años que vivía con sus padres en una humilde casa en una ciudad. Pero un día como otro, mis padres estaban peleando en...