- Bueno, bonita. Ya que estás aquí, cuéntame. ¿Qué ha sido de ti durante estos tres años? -le pregunté cogiéndole de las manos.
- Pues la comisión me secuestró y...
- ¡Hijos de puta! -grité cabreado.
- Cinco, relájate, ¿vale? Bien, pues ellos me secuestraron y una tía muy siniestra me quiso "adoptar", pero obviamente necesitaba la firma de papá y él murió por culpa de los cabrones que entraron a la academia, entonces no pudo. Unos tales Hazel y Cha-Cha, que fueron los que mataron a Ben, me tuvieron atada a una silla durante un día entero para que confesara dónde estabas, pero no respondí. Luego me desataron e intentaron que me teletransportase hacia ti y les dijera dónde estabas. Como es obvio, no lo hice y ellos, no sé qué cojones me hicieron, pero creo que me drogaron porque no podía teletransportarme a ningún lado después de eso. Me daban de comer y tenía una cama donde dormir, pero 'El Enlace' me miraba con superficialidad y a veces se quedaba en la puerta de la habitación donde dormía y se quedaba mirándome toda la puta noche. Yo... in-intenté suicidarme, Cinco. Pero el día que quise hacerlo, decidí no comer nada y solamente tumbarme en la cama a llorar pensando en ti, en Vanya, en Klaus, en mamá, en mi madre biológica, en papá, en todos nuestros hermanos y en la vida que habíamos creado. Quise teletransportarme a otra línea temporal en el pasado y vi lo que os pasó a todos. Tú siempre te salvabas, papá y los demás no. Entonces, me di cuenta que la comida que esos capullos me daban llevaba droga. Dejé de comer y conocí a una chica llamada Once, que vivía en el bosque, en una bonita cabaña con un amigo que la había adoptado. Bueno, pues ella me traía unos gofres muy ricos, llamados "Eggos" que me encantaban. Al fin y al cabo era lo único que podía comer. Ella me traía 6 cajas de "Eggos" todos los lunes a las ocho de la mañana. Yo guardaba las cajas y escondía la comida dentro. Después la tiraba por la ventana y más de una vez el perro se lo comió. El pobre perrito estaba drogado, jajaja. Pero nunca pude despedirme de Once y eso me entristece. Ella se portó genial conmigo y me gustaría agradecérselo de alguna forma. .Y Cinco, estar estos tres años sin ti han sido lo peor de mi vida. Lo pasé muy mal y... cariño, yo solo...
La interrumpí besándola con deseo y ella me siguió el beso. La cogí en brazos como solía hacer antes de que ella desapareciera y ella se rió. T/n se separó de mí y corrió hacia el tocadiscos para poner una canción que le encantaba: ''Two Ghosts" de Harry Styles. Me sacó a bailar y mientras que bailábamos, yo coloqué una mano en su cintura que más de una vez bajaba un poco más de la cuenta. Cada vez que lo hacía, miraba la expresión corporal de T/n por si estaba incómoda, pero no lo parecía. Finalmente, coloqué mi mano en su trasero y le pregunté que si le molestaba:
- T/n, bonita. ¿Te molesta que ponga mi mano ahí?- Claro que no, Cinco. -respondió ella sonriendo.
Yo me pegué mucho más a ella y ella me agarró el cuello para besarme. Yo la volví a coger en brazos y la pegué a la pared mientras que ella me miraba con una mirada muy sexy. Cuando yo sonreí, ella se sonrojó y comenzó a besarme tiernamente. Yo la agarré por la cintura y ella me abrazaba por el cuello. Luego T/n se separó y se quedó mirándome a los ojos y yo, sin poder evitarlo, me quité la camisa para que ella me viera. La verdad es que en esos tres años me había puesto muy en forma y tenía abdominales. Ella se quedó mirándolos y muy lentamente, pasó su dedo por encima de ellos. Yo estaba muy excitado y ella me ponía muy nervioso, acariciando mis abdominales con sus dedos suaves. Creo que lo notó porque dejó de hacerlo y se quitó la camiseta para dejar que la viera. La verdad es que ella también estaba muy en forma, muy guapa. Entonces se acercó a mí muy lentamente y se quitó la trenza que llevaba. Tenía el pelo muy largo, tanto que las puntas le llegaban a la cintura. Yo la miraba excitado, esperando a que se acercara más a mí para poder tomar el control sobre ella.
Cuando finalmente lo hizo, la agarré del cuello y la tiré a la cama. Ella estaba sonrojada hasta más no poder y yo no podía mirarla sin reírme. Ella rompió a reír a carcajadas y se cayó de la cama. Yo que no podía parar de mirarla mientras me reía le tendí la mano para que se agarrara a ella, pero ella tiró de mí y caí encima de ella.
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Juntos en el apocalipsis (Terminada)
Random- Mami, ¿cómo conociste a papi? - ¡Sí, sí cuéntanos! - Está bien, sentaos en el sofá y os lo contaré todo. Yo era una chica de 13 años que vivía con sus padres en una humilde casa en una ciudad. Pero un día como otro, mis padres estaban peleando en...