Capítulo 29: Corre el rumor...

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Cuando llegamos, aparqué la camioneta lo más cerca de la puerta de la casa posible, por si las cosas se ponían feas y teníamos que salir corriendo de allí.

Antes de entrar, suspiré y deseé con todas mis fuerzas que mi padre estuviera en casa.
Entramos y lo vimos tumbado en el sillón. Cuando nos vio, se levantó de un salto y me abrazó.
Yo no podía creer lo que estaba pasando. Cinco me miraba preocupado, ya que el comportamiento de mi padre no era el habitual. Yo me separé de él bruscamente y pensé en decirle lo de la adopción sin utilizar ningún tipo de poder, pero esa idea se me fue de la cabeza al recordar cómo se puso la última vez que lo vi.

Le hice una señal a Allison y ella entró en escena diciendo:
- Corre el rumor de que firmas estos papeles.
Mi padre se movió sin decir nada y empezó a escribir sobre los papeles.
Cuando acabó, cogí los papeles, agarré las manos de Cinco y Allison y nos teletransportamos a la camioneta.
Arranqué de inmediato, mientras que le debía los papeles a Cinco para que los revisara a ver si estaba todo correcto.
-T/n, oficialmente eres una Hargreeves. -dijo Cinco.
- Bienvenida a la familia, hermanita. -dijo Allison.
Yo sonreí y agradecí el gesto.
Llegamos a la academia a las nueve y media de la noche. Cuando entramos, Allison se fue a su habitación para seguir hablando con Luther y Cinco y yo fuimos a la cocina a buscar a Grace para preguntarle por Reginald.
- Está en su despacho, chicos.
- ¡Gracias, Grace! -le dije sonriendo.
Pensé en si me iba a pedir que la llamase mamá cuando Reginald me presentara ante la academia.
Rápidamente, me olvidé de ese pensamiento y me dirigí con Cinco hasta el despacho de Reginald.
Tocamos a la puerta y Reginald nos permitió entrar. Yo le entregué los papeles de la adopción firmados, él me miró orgulloso y dijo:
- Bienvenida a la familia, Número 8.

Reginald me estrechó la mano y me dijo:

- T/n, hoy te presentaré delante de la familia a la hora de cenar. Tú te sentarás a mi lado y al otro lado tendrás a Número 6.

- De acuerdo, Reginald, gracias.

- Número 8, ya sé que tienes un padre biológico, pero me gustaría que me llamases papá, como me llaman tus hermanos.

Yo lo miré pensativa durante unos segundos, al final asentí y dije:

- Vale, papá.

Reginald sonrió y me comentó que a partir de ahora me llamaría Número 8. No me entusiasmaba la idea, la verdad, pero, ¿qué más podía pedir? Tenía una familia, una nueva casa y los hermanos que siempre quise tener, sin incluir a Allison. Porque aunque me pidió perdón, no la vi muy convencida. Además, yo siempre he sido muy rencorosa.

Juntos en el apocalipsis (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora