En ese instante me sonó el móvil. Alguien me estaba llamando pero no sabía quién era. No quería estropear el momento con Cinco pero decidí cogerlo, por si se tratase de una llamada importante.
-Cinco, me están llamando. Enseguida vuelvo. - Dije mientras me dirigía hacia otro lado de la azotea.
-Vale, T/n, no te preocupes.
Minutos después volví a donde estaba Cinco con las lágrimas resbalando por mi cara.
- Cinco, Cinco... -dije entre sollozos.
En cuanto me vio llorando se acercó a mí corriendo, me secó las lágrimas con sus dedos, me agarró de los hombros y me dijo preocupado :
- T/n, cariño, tranquilízate. No llores, preciosa. Dime qué ha pasado. Todo va a salir bien.
Cinco siempre odiaba verme triste.
- Acaban de llamar del hospital... han atropellado a mi madre y está grave, dicen que los médicos creen que no sobrevivirá a esta noche y, y... -dije llorando más fuerte.
- Oye, oye, venga, no me llores. -dijo abrazándome.
Cuando se separó de mí me besó en la frente, me volvió a secar las lágrimas y me retiró el pelo de la cara. Luego, bajamos las escaleras de la azotea corriendo y cuando llegamos me hice la dura y me sequé las lágrimas, miré a mi alrededor y vi un coche bastante viejo. Se me ocurrió cogerlo ya que no iba a teletransportarme a un sitio público en el que habría mucha gente.
-Cinco, sígueme. -Dije con la voz un poco entrecortada.
Me acerqué al coche, me quite una horquilla que llevaba en el pelo e intenté forzar la cerradura para abrirlo, pero no pude.
- ¡Joder! ¡Mierda! No se abre, entonces tendré que hacerlo a la fuerza...
- T/n, T/n ¿¡qué haces!? Estás...
- ¡Cinco cállate! Confía en mí, vamos. ¡Apártate! -grité.
Cinco me hizo caso y se apartó, entonces le di una patada a la ventanilla del coche y la rompí.
Cuando por fin pude entrar, busqué por todo el coche alguna llave de repuesto mientras Cinco me miraba como si estuviera loca. Como era obvio, no encontré nada y decidí abrir el capó y trastear los cables como mi abuelo me enseñó cuando era pequeña. Cuando por fin pude arrancarlo, cerré el capó y le dije a Cinco, que me miraba sorprendido:
- Cinco, corre, súbete.
Mientras me metía en el coche, Cinco me atormentaba a preguntas:
- ¿T/n, cómo has..? ¿Sabes kárate? ¡Eso ha sido alucinante! ¿Pero sabes condu...?
En ese momento suspiré, le puse el dedo en la boca ordenándole que se callara y le dije:
-Cinco, te prometo que luego te explicaré todo pero, por favor, ahora cállate.
-Vale pero... -empezó a decir.
Sabía que iba a hacerme otra pregunta y me estaba agobiando, así que decidí besarlo para que se callara. Lo besé con todas mis ganas, mientras él me agarraba del cuello y yo de la cara. Cinco estaba muy nervioso, se le notaba. Pero a mí me encantó besarlo así y no quería separarme. Cuando finalmente nos separamos, Cinco sonrió, me volvió a besar, esta vez rápidamente, y dijo:
- T/n... eres increíble, te quiero.
Le respondí con una sonrisa, un tanto triste, y me sonrojé.
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Juntos en el apocalipsis (Terminada)
Random- Mami, ¿cómo conociste a papi? - ¡Sí, sí cuéntanos! - Está bien, sentaos en el sofá y os lo contaré todo. Yo era una chica de 13 años que vivía con sus padres en una humilde casa en una ciudad. Pero un día como otro, mis padres estaban peleando en...