- T/n, T/n, despierta. Ya hemos llegado. - Me dijo Cinco agarrándome del hombro con cariño.
Me desperté y ayudé a Cinco a coger a Klaus, que solo se quejaba de la herida. Yo creía que íbamos a ir al hospital, pero no estábamos allí. La limusina había parado justo enfrente de la Umbrella Academy. Cinco vio mi expresión confundida y me dijo:
- No te preocupes, mi madre Grace es enfermera y curará a Klaus.
- Ah, de acuerdo. - dije un poco más tranquila.
- T/n, espera. Cuidado con el escalón. - me advirtió Cinco.
- Tranquilo, todo controlado. -le respondí.
Entramos en la academia y me quedé asombrada. ¡Era enorme! Por fuera no parecía ni la mitad de grande como lo era por dentro. La academia estaba decorada con un toque muy lujoso y en tonos marrones. En el suelo había una alfombra gigante que parecía muy cara.
- T/n, por aquí. Tenemos que subirlo arriba. - dijo Cinco señalando una gran escalera.
- Vale. -dije siguiéndolo.
Cuando llegamos arriba, Cinco me llevó a una habitación con una camilla de hospital en la esquina, donde tumbamos a Klaus. Él me cogió de la mano y me dijo:
- Gracias, T/n.
Le sonreí y le dije:
-De nada, Klaus. No te preocupes, ¿vale? Cinco y yo estamos aquí. Te vas a poner bien.
Miré a Cinco con expresión preocupada y él abrió la boca para decir algo, pero en ese mismo instante, una mujer rubia de ojos azules que vestía un traje de enfermera entró por la puerta y me dijo:
-Guapa, tienes que salir. Solo la familia puede entrar. Espera en la puerta.
- Está bien. -Dije un poco triste por dejar a Cinco en esa habitación.
Salí al pasillo y cerré la puerta detrás de mí, pero aún podía escuchar los gritos de Klaus, que me ponían los pelos de punta.
- Perdona, T/n, ¿verdad? - Me preguntó Reginald.
- Así es. -le respondí asintiendo.
- Acompáñame a mi despacho, por favor.
Le dije que sí y lo seguí. Cuando llegamos, Reginald abrió la puerta y me dejó pasar primero.
- Siéntese, señorita T/n, por favor.
- Señor Hargreeves, por favor, llámeme solo T/n. - dije sentándome.
- Como quieras, T/n. Tengo entendido que conoces a mi hijo Número Cinco, ¿no es así? -asentí y Reginald prosiguió - Y, si no es indiscreción, ¿puedo saber de qué os conocéis?
- Estuvimos juntos en el apocalipsis hace una semana.
- ¿Perdón? ¿Has dicho apocalipsis? -preguntó sorprendido mientras sacaba una libreta y una pluma para apuntar algo.
- Sí, así es.
- ¿Y cómo llegaste al apocalipsis? Porque mi hijo tiene superpoderes y uno de ellos es dar saltos temporales. ¿Pero tú, T/n?
- Tengo los mismos superpoderes que Cinco, señor Hargreeves. Bueno, ahora ya tengo uno más. Sé hacerme invisible. Pero me he dado cuenta justo hoy, en el banco.
- Interesante...- dijo Reginald mientras apuntaba algo en su libreta. - ¿Puedo saber tu nombre completo, T/n?
- Por supuesto, soy T/n Brown Williams. - dije segura de mí misma.
- ¿Edad?
- 13 años.
- Genial, señorita T/n, gracias.
- No hay de qué, señor Hargreeves.
Yo no lo sabía pero el señor Hargreeves estaba pensando en contratarme para la academia.
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Juntos en el apocalipsis (Terminada)
Random- Mami, ¿cómo conociste a papi? - ¡Sí, sí cuéntanos! - Está bien, sentaos en el sofá y os lo contaré todo. Yo era una chica de 13 años que vivía con sus padres en una humilde casa en una ciudad. Pero un día como otro, mis padres estaban peleando en...