Capítulo 28: La buhardilla de Klaus

825 46 3
                                    

- Bueno, T/n, ponte cómoda.
Me senté en el sofá mirando cómo Klaus se echaba Whisky en un vaso.
- ¿Quieres uno, T/n?
- No, gracias.
Klaus se encogió de hombros y se sentó a mi lado en el sofá.
- Bueno, con que eres novia de mi hermanito Cinco, ¿no? -dijo bebiendo un trago de su Whisky.
- Así es. -responí sonriendo.
- ¿Y ya habéis...? -empezó a preguntar con una sonrisa.
- ¡Klaus!¡Claro que no! -respondí sonrojándome.
Klaus rió y me volvió a preguntar:
- ¿Y qué estás haciendo aquí?
Yo le conté que mi madre había muerto, que mi padre había empezado a beber y que Reginald quería adoptarme para ayudarles con las misiones.
- Menudo drama, T/n. Espera, ¿¡has dicho que mi padre te quiere adoptar!?
- Sí. -dije sonriendo.
- Ay, ¡qué bien! ¡Voy a tener otra hermana! ¡Por fin, una que me cae bien! -dijo Klaus.
Yo reí y dije:
- ¿No te cae bien Allison?
- ¿La verdad? -asentí y dijo - No, la odio. Es una borde presumida. Se cree cantante, modelo y todo lo que te puedas imaginar. ¿Y a ti?
- Pues, aunque no te lo creas, mi impresión de Allison es la misma que la tuya. Pero la necesito para que mi padre firme los papeles de la adopción.
- Oh, y ¿cómo vas a hacer eso? -dijo Klaus volviendo a beber.
- Pues le he dicho a Cinco que hable con ella, porque yo estoy enfadada con ella.
-¿Y eso por qué?
- Pues no sé si lo sabrás, pero Allison besó a Cinco. - recordé lo que Cinco me contó y intentando guardarme la rabia, bebí un trago de la bebida de Klaus, aunque no debería de haberlo hecho, porque estaba asqueroso. Me dio tanto asco que me atraganté y empecé a toser mientras Klaus se reía de mí.
- Jajaja, T/n, bonita, no sabes beber.
- ¡Klaus!- le grité tosiendo. - ¡Que me voy a ahogar!
Luego, me recuperé de haberme atragantado y seguimos contándonos cosas. Nos tiramos toda la tarde así y luego recordé que tenía que llevarme a Allison para que convenciera a mi padre para que firmara los papeles de la adopción.
Me levanté bruscamente del sofá mientras que Klaus me miraba. Bajé las escaleras y fui a la habitación de Cinco, donde estaba leyendo un libro. Al oírme llegar, él levantó la cabeza y me dijo:
- ¿Dónde estabas? Llevo toda la tarde buscándote. ¡Estaba preocupado!
- Lo siento. He estado con Klaus hablando de la vida.
Cinco me miró examinando si decía la verdad o no y cuando se dio cuenta de que no mentía, suavizó la expresión, se levantó de la cama y me abrazó.
Yo apoyé la cabeza en su hombro mientras que el me decía:
- He hablado con Allison. Al principio, no quería ayudarnos, pero luego le he dicho que si nos ayuda, volveré a hablarle y ha accedido.
Me separé de él para mirarlo a los ojos y le dije:
- Gracias, Cinco. Te quiero.
- Yo también te quiero.
- ¡T/n! Me has dejado plant... -empezó a decir Klaus. - Uy, ¿queréis que os deje solos?
- No hace falta, Klaus. -dijo Cinco con cara de fastidio.
- ¿Y os puedo acompañar? preguntó Klaus.
- ¡No! -gritó Cinco.
- Joder, Cinco, que estás amargado, hermano.
- Klaus, que no. -dijo empujándolo para que saliera de la habitación.
Cuando Klaus se fue, Cinco me agarró de la mano y fuimos juntos al cuarto de Allison. Justo antes de llegar, le solté la mano a Cinco y, cuando íbamos a tocar a la puerta, escuchamos por accidente la conversación entre Allison y Luther:
- Ya lo sé, Luther. Fue un error. Te juro que ese beso no significó nada para mí.
Te quiero, Luther. Y yo jamás quise hacerte daño.
- Pues lo has hecho, Allison, lo has hecho. Pensé que yo te gustaba.
- Y me gustas.
- Entonces, ¿por qué besaste a Cinco?
- Porque él estaba triste y pensé que a lo mejor necesitaba algo de cariño.

Yo me cansé de escuchar las estúpidas excusas de Allison y abrí la puerta.
Luther se quedó mirándome sin saber quién era y Allison se levantó de la cama con desgana para salir de la habitación junto a nosotros.

Bajamos las escaleras de la academia en silencio y nos encaminamos hacia la puerta. Caminamos hasta donde dejamos la camioneta de mi padre esa mañana, nos metimos en ella y yo conduje hacia mi casa con brusquedad.
- T/n, siento mucho que estemos así. -dijo Allison de repente.
Yo no respondí y seguí mirando hacia delante.
Allison suspiró y dijo:
- Supongo que Cinco te contó lo que hice. Lo siento, no sabía que teníais algo. Si lo hubiese sabido, no se me hubiera pasado por la cabeza besarlo.
- Allison, de verdad agradezco mucho que te disculpes conmigo y que hayas accedido a convencer a mi padre para que el tuyo pueda adoptarme.
Cinco me miraba con orgullo.
- ¿Estamos perdonadas entonces? - Dijo Allison.
- Claro que sí. -respondí.

Juntos en el apocalipsis (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora