Capítulo 41: La lectura

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Cuando desperté estaba sola en la habitación de Cinco y la puerta estaba cerrada así que me vestí y salí a escondidas hacia la cocina para desayunar.

Cuando entre por la puerta allí solo estaban Cinco y Vanya.

- ¡Buenos días Cinco, buenos días Vanya!

- Buenos días, T/n. -me saludó Vanya.

- Hola dormilona. -dijo Cinco

- ¿Ya no estáis peleados? -dijo Vanya.

- No, ya no. Nos perdonamos anoche. -Dije mientras me acercaba a hacerme un café en la cafetera.

- T/n y ¿dónde demonios estabas esta noche? Me preocupé por ti cuando me levanté a media noche y no te vi.

-Pues estaba con... ¿Allison? Sí, con Allison. Que yo no podía dormir y ella tampoco y he dormido con ella. -Dije mientras miraba hacia Cinco e intentaba ocultar que había estado con él.

- T/n, hermanita mía. No sabes mentir. Has estado con Cinco, ¿verdad?-dijo Vanya como si me leyera la mente.

-Vale, sí. Me has pillado. -dije sonrojándome.

Cogí mi café y saliendo de la cocina dije:

- Bueno, tengo que hablar con Klaus. ¿Alguien sabe donde está?

- ¡En el desván! -dijeron al unísono.

Subí las escaleras y cuando llegué vi la escalera del desván bajada, así que subí y di unos toques en la pared. 

- ¿Se puede? -Dije mientras sostenía el vaso de café en una mano.

Klaus estaba sentado en el sofá tomándose una copa de vodka pero cuando entré, él giró la cabeza para mirarme.

-Claro, claro, pasa, T/n. 

Entré y me senté en el sofá a su lado.

- Klaus tengo que hablar contigo. -dije seriamente. 

- Claro, dime. ¿Qué pasa? 

-Para empezar quiero decirte que todos estamos todavía muy tristes e intentando superar la muerte de Ben y sé que para ti va a ser duro porque os llevabais genial, pero ten en cuenta que tú tienes la suerte que otros no tenemos. ¿Por qué no usas tu poder y hablas con él?

- Gracias T/n, pero no puedo.

- ¿Y eso por qué? Solo es cuestión de que dejes la bebida y empieces a aprender a controlar tu poder. -dije quitándole la copa de la mano. 

- Bueno...

- Mira Klaus, a todos nos ha costado controlar nuestro poder y hemos tenido miedo. Yo me teletransportaba sin parar. No quería. Me salía solo, además seguro que eso le ha pasado a todos los demás. No te preocupes. Yo te ayudaré a controlar tu poder. -Dije mientras lo abrazaba.

-Vale, T/n. Por ti y por Ben haría lo que fuese. - Dijo levantandose del sofá.

- Klaus, otra cosa...  -dije con pena.

- ¿Qué pasa? 

-Pues verás... No quería decirte nada,  pero es que todos saben de la existencia del desván y no eres el único que sube aquí.

-Joder, esos cabrones no me lo habían dicho nunca en 13 años, y yo que pensaba que este era mi refugio... 

-Tranquilo Klaus, lo puede seguir siendo. Bueno, tengo que irme. Espero que me hagas caso y que dejes la bebida para hablar con Ben.

-Vale, eso intentaré. Adiós T/n.

- ¡Adiós Klaus! -Dije ya bajando las escaleras. 

Estaba un poco preocupada por Klaus, pero sabía que podía conseguir dejar el alcohol.
Bajé a la habitación de Cinco y nos tumbamos en su cama. Me dijo que él ya se había encargado de borrar las grabaciones de anoche. Yo le di las gracias y él sonrió. Luego, Cinco bajó unos libros de su estantería y me entregó uno.

- Toma, T/n. Creo que este libro te gustará. -dijo sonriendo.

- Gracias, Cinco. -contesté.

Yo estaba muy triste, pero esa tarde se me pasó muy rápido. Solo existíamos el libro y yo. Nadie ni nada más. Para mí, esa tarde, el mundo dejó de girar y encontré una nueva distracción: la lectura. Era maravilloso y me pasé toda la semana leyendo libros de la estantería de Cinco.
Él me miraba asombrado porque casi había acabado de leerme toda la estantería.

- Oye, T/n. Cuando te acabes los libros de mi estantería podemos ir juntos a comprar más. -me comento un día Cinco.

- ¡Me encantaría! -dije emocionada.

Juntos en el apocalipsis (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora