Después de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...
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Los gritos de alegría y asombro resonaban por toda la Madriguera. Fleur y Ginny gritaban de la emoción y admiraban con un brillo en sus ojos el anillo de compromiso de la Black. La señora Weasley tenía apresada en un asfixiante abrazo a una alegre Adhara, la mujer pelirroja lloraba de la pura alegría.
Luego se separó de ella para cubrirse el rostro y largarse a llorar, una de sus niñas se iba a casar.
Habían llegado la noche anterior a Grimmauld Place, Adhara quiso quedarse ahí y Jasper no se negó. Kreacher hizo la cena y le sirvió a Jasper una copa de sangre dragón. Ella le explicó que Charlie lo había conseguido unos días antes y lo dejó ahi por si lo llegaban a necesitar algún día.
Para el rubio tal vez no era igual que beber sangre humana, pero si era mucho mejor que beber la sangre de un animal no mágico. El sabor era diferente, pero exquisito y había quedado totalmente satisfecho con una sola copa que estaba seguro que no necesitaría cazar hasta dentro de dos o tres semanas, tuvo ganas de decírselo a Carlisle.
A la mañana siguiente fueron a la Madriguera para platicarles sobre la nueva noticia y la primera en estallar fue Molly Weasley.
A Jasper lo estaban palmeando en la espalda los hermanos Weasley. Él lucía muy felíz y divertido ante el drama que hacían, solo se iban a casar y ahora sentía que él era el ogro que venía a robarse a la princesa.
-Ni sé cómo sentirme. -le dijo George a Jasper. -Te estás llevando a una de las flores más hermosas de mi jardin, así que cuídala.
-Eso es cierto. -le apoyó Bill. -Hara es nuestra hermanita, tal vez no de sangre, pero sigue siendo familia. Y ahora si te puedo decir que si le vuelves a hacer daño, no podrás escapar de nosotros.
-Nunca fue mi intención lastimarla, pero les juro que prefiero morir otra vez a hacerle daño. Ella es lo más importante que tengo.
Tanto George como Bill sonrieron satisfechos con lo que el vampiro les dijo. Le dieron otra palmada a su espalda antes de retirarse para felicitar y abrazar a la ojigris.
-Oh, Jasper. Ven aquí, que te quiero dar un abrazo. Ya eras parte de la familia, pero ahora será más que oficial. -dijo la matriarca. -Por Merlin y Morgana, me siento tan felíz y orgullosa de ustedes. Se van a casar. -dijo muy emocionada entre lágrimas y acercándose al rubio para darle uno de sus típicos abrazos. -La boda será maravillosa. Oh, si tan solo estuvieran Marlene y Sirius aquí, ellos estarían tan felices de que su hija haya encontrado a alguien como tú, sin importar que seas un vampiro.
El rubio parecía estar confundido, pero no rechazó el abrazo de la mujer y el entusiasmo de ella se le contagió. Adhara le sonría tiernamente desde los brazos de Harry.
-Estoy segura de que papá no estaría tan feliz de que su cachorrita se vaya a casar.
-Eso es cierto, Sirius siempre decía que nadie estaría a la altura de Nix. -le apoyó Harry.
