Después de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...
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Desgraciadamente, las vacaciones llegaron a su fin y con esto la llegada del primero de abril, el regreso a clases. Sin embargo, Adhara Black no se presentó a clases. Los últimos días, Adhara entró en un cuadro duro de depresión en el que simplemente no tenía ganas de nada, eso preocupó a los vampiros y a los metamorfos.
Las risas y pláticas que llegó a compartir con ellos habían desaparecido, solo sonreía forzadamente dando cualquier excusa para simplemente quedarse en casa o rechazar las invitaciones que le hacían para ir a la Push o a la residencia de los Cullen, el brillo en sus ojos se había apagado, no conseguía dormir bien debido a las pesadillas y solo una vez tuvo que recurrir a la poción para Dormir sin soñar.
Lo poco que comía era por ser vigilada ya sea por Kreacher, Ángela o los Cullen. No había ido de visita a la Reserva, pero Leah y Seth habían ido a visitarla; ya no era un secreto para los demás chicos lo mal que la chica se encontraba y les afectó. Adhara, literalmente, es una estrella muy brillante. Una chica vivaz, alegre, pícara, divertida, segura de sí misma, aterradora cuando quería y muchas cosas más. Sin embargo, el brillo que siempre la ha caracterizado, se apagó y no sabían por qué.
Jasper estaba muy preocupado, al igual que los demás, pero por más que intentaban averiguar lo que le ocurría, ella lograba evadirlos o simplemente respondía que "no tenía nada". El día de regreso a clases, Alice vio que su Nix no iría a clases, pero no entendía por qué. Estaba con su esposo en clases y decidió abordar a Ángela antes de entrar a la cafetería.
-¿Qué ocurre con Nix? -le preguntó.
Ángela dejó notar su sorpresa, pero se recompuso. Guardó sus cosas en el casillero antes de cerrarlo y girarse a verla. Alice Cullen iba a acompañada de Daniel Hale y a la espaldas de él se acercaba Jasper.
-¿Por qué no vino a clases? - en la voz de la duendecita se notaba preocupación.
La mirada de la bruja se ensombreció levemente antes de suspirar desganadamente.
-¿Saben qué día es hoy? -era una pregunta trampa, pensaron los tres vampiros y no tenían respuestas a aquella cuestión.
-No. Adhara no nos ha contada nada. -respondió el castaño y la mirada de Ángela se suavizó un poco.
-Hoy es primero de abril, el día en el que los gemelos Weasley nacieron.
Alice abrió los ojos con dolor y sus ojos se empañaron, pero no pudo salir ninguna lágrima. Los gemelos Weasley. Ya no eran dos, sino uno. Adhara les platicó lo muy unida que era a los gemelos; el día en que se conocieron, las veces en que se defendían mutuamente, las bromas que planearon, las veces que eran castigados juntos, todo.
-Esa fecha siempre fue importante para ellos. No solo era su cumpleaños, sino el día de las bromas de abril y lo festejaban en alto saltándose las clases para poner en marcha sus bromas, era el único día en que no eran castigados ni les restaban puntos.