Después de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...
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-Todas las velas están encendidas. -susurró Ángela.
-¿Será que siga dormida? -preguntó Ginny.
-Es Nix, ella no madruga a menos que sea necesario. -le respondió Harry cerca de la puerta de la habitación de la Black.
-Ya no sigan hablando tan alto. -les retó Hermione sosteniendo el pastel. -Más te vale, George Weasley, que guardes esa bengala. -susurró al ver que el pelirrojo sostenía una bengala. -El punto es sorprenderla, no asustarla.
El pelirrojo, ante el susurro amenazante de la castaña, lanzó rápidamente la bengala lejos de él. Ya la usaría después.
-Ya quiero comer pastel. -se lamentó Ron viendo el pastel que su mamá había hecho especialmente para su amiga.
-Ya es hoga. -dijo la francesa sosteniendo al bebé Lupin.
Harry abrió la puerta teniendo cuidado de no hacer tanto ruido y dejó que primero entrara Hermione. Los demás fueron entrando poco a poco para acomodarse alrededor de la cama.
Adhara estaba profundamente dormida, siendo ignorante de lo que sucedía a su alrededor. Se fue despertando poco a poco al escuchar varias voces en su habitación. Grande fue su sorpresa al verlos ahí.
-¿Qué mierda? -susurró sorprendida, se supone que ellos llegarían dentro de tres horas.
-Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños Adhara, feliz cumpleaños a ti. -Adhara espabiló por completo cuando vió a su ahijado en los brazos de la francesa e inmediatamente hizo el amago de querer cargarlo.
Fleur, al darse cuenta de ello, se lo pasó inmediatamente teniendo cuidado con su cabecita.
-Pide un deseo y sopla las velas, Nix. -le dijo Hermione con una sonrisa. Adhara cerró los ojos y pensó en su deseo "Más momentos así", sopló las 18 velas. Todos aplaudieron felices.
-Se supone que llegarían más tarde.
-Queríamos estar aquí antes. Felíz cumpleaños, Nix. -el único con lentes se acercó para abrazar a su amiga.
Adhara estaba muy felíz por la familia que tenía en ese momento, por aquellos amigos que habían llegado sin que ella lo pidiera, por aquel bebé que tenía en sus brazos, por aquel pastel que fue hecho especialmente para ella por la mujer a la que ella consideraba su madre, estaba feliz porque la familia Cullen-Hale se unían a ese festejo.
Se acordó de aquel sueño que tuvo, solo Merlín sabe lo mucho que ella anhela pasar aunque sea un cumpleaños con todos sus seres queridos, incluso los que ella no recuerda, pero no es posible. Jasper tenía razón, ella nunca ha estado sola y nunca lo estará. Tiene una enorme familia que la espera en Londres y, a su vez, tenía otra familia aquí.
-Muchas gracias, en serio. -agradeció con una sonrisa.
-Vamos abajo, Kreacher hizo un delicioso desayuno.
