-Estoy aburrida. -se quejó Adhara saliendo de la cocina para tomar asiento en el mueble a lado de su invitada.
Leah se volteó a verla con la ceja arqueada.
-¿Y eso a mí qué?
-Diviérteme.
-¿Soy tu payasa personal o qué? -preguntó cogiendo a Orión en sus brazos.
-No, pero es tu obligación como mi amiga.
-Estamos en tu casa, Hara, en todo caso eres tú quien debería inventar algo para mantenernos entretenidas.
Adhara solo hizo un puchero adorable en protesta.
-Eres una grosera. -la morena le restó importancia. -¿Cómo dijiste que se llamaba el idiota de tu ex?
-Nunca te dije su nombre. -suspiró. -Se llama Sam. Sam Uley. ¿Y el tuyo?
-Jasper Hale.
-¿De los Cullen? -preguntó seria.
-Sí, ¿no te agradan?
-Personalmente no los conozco, así que no puedo decir si me agradan o no, pero ninguno de ellos, ni siquiera el doctor, son bienvenidos en La Push, nadie de ahí habla bien de ellos y como ese idiota dejó a mi amiga sin terminar con ella, pues menos me va a agradar.
-Aww, Leah. Eres tan adorable. -le arrulló la Black, causando que Leah hiciera una mueca. De repente pareció acordarse de algo. -Casi olvido el motivo por el que estás aquí, espérame aquí un ratito. No tardo.
Sin darle tiempo de responder, subió rápido las escaleras para ir a su cuarto y agarrar el regalo que le trajo a su amiga de Londres, regresó hacia donde estaba Leah, quien la miraba expectante y curiosa.
-Es para ti. -le dijo entregándole una caja grande.
-Adhara... -empezó a reprocharle, pero fue interrumpida.
-Adhara nada. Yo quise hacerte un regalo de Navidad y te juro solemnemente que no es nada ostentoso, te va a gustar. Anda, abre.
Leah decidió hacerle caso sabiendo que iba a perder la discusión contra su amiga, rompió el envoltorio y movió la tapa. Sus ojos brillaron al ver aquel regalo. Era un par de tenis Nike.
-Gracias. -le agradeció con una sonrisa. -Los voy a cuidar bien.
☆•☆•☆•☆
-¿No se ha comunicado contigo aún?
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Constelaciones ☆ jasper hale
FanfictionDespués de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...