| El despertar |

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Casi dos días habían pasado desde que Reneesme nació y desde que Bella había sido transformada

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Casi dos días habían pasado desde que Reneesme nació y desde que Bella había sido transformada. El ambiente en la residencia Cullen-Hale estuvo tenso durante la madrugada y parte del primer día desde que la Swan fue mordida hasta que los cambios en su cuerpo se empezaron a notarse más, solo ahí confiaron en que el veneno si estaba funcionando.

Entre Alice y Rosalie limpiaron a la castaña y quitaron cualquier rastro de sangre que Bella pudiera tener en su cuerpo, y le cambiaron su ropa por un precioso vestido azul zafiro.

En cambio, la bebé Reneesme ya no parecía ser una recién nacida, sino una bebé de, al menos, dos meses. La recién nacida crecía a una velocidad alarmante, ni uno de los vampiros habían visto algo así, ni siquiera Carlisle, quien parecía estar frustrado por no obtener las respuestas que necesitaba.

Aunque tal vez Ángela le pueda dar las respuestas ya que la noche antes de Bella diera a luz, la Weber le había enviado un patronus diciéndole que había encontrado, con ayuda de su papá, un caso similar al de Bella que había ocurrido en Brasil hace muchísimos años, pero que no había mucha información y que seguiría investigando.

Reneesme era una bebé muy adorable y risueña que tenía el don de proyectar sus recuerdos y pensamientos a través del tacto, tambien le encantaba quedarse dormida en los brazos de Rosalie, Adhara, Jacob o Edward.

A este último, para sorpresa de la Black, no hizo falta que lo amenzara para que se hiciera a cargo de su hija. Apenas los lobos se fueron cuando él reveló que Jacob se imprimó de su hija, le dio una mirada mortífera al metamorfo y se acercó a su hermana para que le entregara a su hija. Ella así lo hizo. El cobrizo mostró una pequeña sonrisa y se fue a su cuarto para dormir a la niña.

-Está ridículamente felíz. -dijo Jasper hacia su familia. -Pero también está preocupado por Bella.

-Ella va a despertar pronto. -dijo Carlisle. -El veneno está funcionando.

-¡Adhara! ¡Reneesme quiere que le leas Los cuentos de Beedle el Bardo! -se escuchó la voz de Edward desde el piso de arriba.

-El deber me llama. -dijo despidiéndose con una sonrisita para ir a su habitación por su libro y leerle el cuento que la niña quisiera.

Algo que a la hija de Bella y Edward le fascinaba, es que su tía Nix le leyera ese libro, pues lo había estado haciendo desde que estaba en el vientre de su madre y Edward una vez le había dicho a la bruja que la bebé se ponía muy felíz cuando escuchaba su voz leyéndole sus cuentos favoritos. Bella incluso le había preguntado sobre aquellos cuentos "extraños", pero Adhara solo le dijo que le perteneció a su abuela.

La castaña quiso preguntar más, pero una sola mirada de la azabache bastó para que se quedara callada y se dedicara a disfrutar de la lectura, aunque debía admitir que aquellos cuentos eran muy bonitos y un poco tétricos, sobre todo La fábula de los tres hermanos.

Constelaciones ☆ jasper haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora