Adhara estaba caminando por las calles del Londres muggle. Después de desayunar y lavarse los dientes, decidió salir de la Madriguera diciendo que iría a dar un pequeño paseo. Harry estaba cerca cuando lo dijo y, preocupado, le preguntó si quería que él fuera con ella; pero ella le dijo que no, que quería estar un tiempo a solas y prometió regresar temprano.
Y ahí estaba, caminando y saboreando una deliciosa bebida que Hermione le había dicho que se llamaba smoothie. Debía admitir que se le dificultó hacer el pedido, pero al final lo logró. Sí que en el mundo muggle vendían cosas muy deliciosas, pensó al pasar cerca de un carrito que vendía una cosa rara llamada "waffle con helado". Vio su bebida y luego al carrito, lucía muy pensativa.
-Total, tengo dinero. -se dijo a si misma mientras se acercaba a la caja para pedir una de esas cosas. -Me va a dar un cono waffle doble de oreo con un topping extra de chocolate hershey cookies n crem. -pidió leyendo el menú.
-Serán tres euros. -la empleada recibió el dinero y lo guardó. -¿A nombre de quién?
-Adhara.
-Puede tomar asiento por mientras, señorita, su pedido estará en 15 minutos.
La bruja así lo hizo y en ese lapso de tiempo se terminó su bebida. Sonrío feliz cuando le entregaron su postre. Si pensaba que olía delicioso, pues con toda la seguridad del mundo debía decir que era una delicia, aunque el sabor del helado no se comparaba en nada a la de su heladería favorita en el callejón Diagon. Agradeció por el servicio y continuó con su camino. Entró a varias tiendas muggles y aprovechó para comprar algunas prendas, si tan solo su abuela la viera.
Adhara no disfrutaba usar de las prendas típicas del mundo mágico, eran muy antiguas para su gusto y solo las usabas cuando era estrictamente necesario, lo cual eran contados con los dedos. Ella prefiere mil veces usar ropa muggle, sin importarle si era o no de marca; también ama usar bolsas, aretes, anillos y cadenas. Todavía recordaba el día en que entró, después de tantos años, a Grimmauld Place vestida con pura ropa muggle; su abuela había pegado un grito al cielo y le dejó de hablar por unos días.
Se escondió en un callejón oscuro y sacó su bolsita de cuentas para guardar todo lo que había comprado. Una vez que todo estuvo bien acomodado, siguió caminando y cruzó la calle para ir a la librería que había visto desde el otro lado de la calle.
-Buenos días, señorita. ¿Le puedo ayudar en algo? -le preguntó el portero.
-Buen día, si, ¿me puede indicar dónde están los libros de geografía del mundo o algo parecido?
-El último pasillo.
-Gracias. -dijo con una sonrisa.
Tal como le indicó el señor, los libros de geografía, no solo de Londres o Europa, sino de los otros continentes, ahí estaban. Cogió el primer libro que vio y resultó ser sobre la geografía de América del Norte, le llamó la curiosidad; ella solía viajar mucho con su abuela o sus tíos, pero nunca salían de Europa. Ya estaba en uno de los capítulos finales del libro y correspondía al estado de Washington, específicamente Forks.
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Constelaciones ☆ jasper hale
FanfictionDespués de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...