| Noche de estrellas |

33K 2.6K 698
                                    

Empezó a abrir los ojos con lentitud

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Empezó a abrir los ojos con lentitud.

Había anochecido y no reconocía la habitación en donde estaba. Sintió que alguien sujetaba su mano, era Jasper. El rubio había estado muy preocupado por su compañera y en ningún momento se alejó de su lado, necesitaba asegurarse de que estuviera bien.

-Hola. -le saludó en voz baja al verla despierta.

-¿En dónde estoy?

-En mi casa, en una habitación para huéspedes. Ángela dijo que no te gustan los hospitales y creí que era mejor traerte aquí para tenerte vigilada. -le respondió dándole un apretón a la mano de ella. -Nos tenías preocupados, en especial a ella y estuvo un buen rato aquí hasta que se tuvo que ir.

-Le regalaré sus dulces favoritos. -dijo divertida. -Lamento preocuparlos. -el rubio negó restándole importancia. -¿Qué hora es?

-Va a ser media noche. ¿Tienes hambre o sed?

-Quiero un poco de agua. -Jasper inmediatamente le pasó un vaso de agua que ella bebió rápidamente. -¿Y tu familia? ¿No es ninguna molestia el que yo esté aquí?

-En sus habitaciones y no es ninguna molestia que estes aquí, Esme estaba más que encantada con tenerte aquí aunque lamenta las circunstancias en que te conoció.

La habitación quedó en un cómodo y tranquilo silencio, tan solo disfrutando de la compañía del otro. Adhara se levantó hasta quedar sentada con ayuda de Jasper y entrelazaron sus manos como si nunca lo hubieran hecho.

-La noche está muy hermosa hoy y las estrellas están brillando. -dijo ella con una sonrisa.

-¿Quieres ir afuera? -le ofreció Jasper y ella asintió sin pensarlo dos veces.

Aún con las manos entrelazadas, se levantaron de la cama y se dirigieron afuera del cuarto para bajar las escaleras.

-Tienes una casa preciosa -dijo ella admirando a su alrededor.

-Gracias, las mujeres de esta casa siempre han tenido un buen gusto. -dijo él sabiendo que los demás lo escucharían.

Llegaron al jardín que la matriarca del clan cuidaba con esmero y el rubio colocó en el pasto el mantel que había agarrado en la cocina antes de salir y poder sentarse. No queriendo separarse de ella, esperó a que su humana se sentara primero para poder sentarse atrás de ella, colocó sus piernas a cada lado y abrazó su cintura.

-¿Estás cómoda? -ella asintió acurrucándose más a él.

-Estar así me recuerda a cuando pasaba las noches de verano en la Madriguera o cuando me escapaba con los gemelos de la sala común para poner en marcha nuestras bromas. -comentó ella con una sonrisa llena de nostalgia.

-¿La Madriguera? -preguntó Jasper divertido y disfrutó de la risa que Adhara soltó.

-Así se llama la casa de unos amigos, la mamá de ellos es la que teje el suéter Weasley. Los señores Weasley siempre han sido muy amables a la hora de acogerme en vacaciones. Adivina de cuantos hermanos hablamos. -Adhara volteó a verlo con una sonrisita desafiante.

Constelaciones ☆ jasper haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora