| Victoria |

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Los días fueron pasando con normalidad, los vampiros cumplieron con su palabra, no habían dejado sola a Adhara en casi ningún momento, sobre todo Jasper

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Los días fueron pasando con normalidad, los vampiros cumplieron con su palabra, no habían dejado sola a Adhara en casi ningún momento, sobre todo Jasper. El rubio vampiro la cuidaba a la distancia, sin que ella lo notara, aún no podía mantener una conversación con ella sin que lo ignorara o fuera cortante, pero ya parecía tolerar su presencia. Había sido víctima de burlas de sus hermanos por caer en las bromas de Adhara, pero no se quejaba, se lo merecía.

Las vampiresas iban casi todos los días a casa de la Black o igual se reunían en casa de Ángela para conocer más sobre el mundo mágico, la emoción aún no se iba. También conocieron al señor Weber y admiraron gratamente sorprendidas como, con ayuda de la magia, hacía la comida y ponía la mesa.

-Wow. Eso fue asombroso. -halagó Alice y el señor Weber asintió orgulloso.

-¿Ustedes también saben hacerlo? -preguntó Rosalie a las brujas.

-No es tan difícil. -respondió Ángela.

-Con las chicas luego hacemos la comida en la Madriguera.

-¿Acaso Molly les presta su cocina? -preguntó divertido el papá de Ángela.

-Con gran dificultad.

-¿Usted dónde trabaja, señor Weber? -le preguntó Alice.

-Actualmente en MACUSA, en el Departamento de Aplicación de la Ley Mágica.

-Genial.

Adhara quiso sincerarse con Leah y contarle lo que era, pero no se sentía segura debido a la conexión mental que mantenía con la manada y tampoco quería que ellos lo supieran. El ruido del timbre fue la que la sacó de sus pensamientos y se dedicó a guardar sus cosas lentamente para después retirarse e ir a la cafetería. Justo en ese momento vio a lo lejos a Edward y decidió acercarse a él.

-¿Es en serio que descompusiste el Chevy de Bella anoche? ¿Por qué? Espera, no me digas, ya lo sé. Porque iba a la reserva a visitar a un amigo que ella tiene abandonado por ti.

Edward iba camino a buscar a Bella para ir a la cafetería, pero fue intercedido por Adhara.

-¿Cómo lo sabes? -preguntó confundido, que él supiera, Adhara casi no le dirigía la palabra a su compañera y cuando lo hacía, era sarcástica.

-Por más que ahora ella no sea mi persona favorita por regresar contigo, no quiere decir que la vaya a dejar a la deriva. Anoche me marcó y me lo dijo.

-Ya lo dijiste, iba a ir a la reserva.

-Y solo por eso le echas a perder la camioneta que su padre le regaló a ella, no tenías ningún derecho de hacerlo. -le reprochó. 

-Los lobos son peligrosos, Adhara. Ya vieron la cicatriz que tiene Emily en su rostro. -dijo firmemente.

-Te creía idiota, pero no tanto. Sí, los lobos son peligrosos al igual que ustedes, pero Jacob sigue siendo amigo de ella y no le puedes prohibir que vaya a verlo. Eres demasiado controlador con ella y ella muy sumisa contigo. Cariño, tal vez no lo recuerdes, pero ya no estás en tu época. Estás en una en el que la mujer es independiente, claro que Bella es una pequeña excepción a ello. -el cobrizo frunció el ceño y desvió la mirada.

Constelaciones ☆ jasper haleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora