Después de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...
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En ese lapso de días, se dedicaron a investigar si había otro caso como el de Bella, pero no pudieron encontrar algo. Ni siquiera Adhara pudo encontrar alguna información relevante en la biblioteca personal de los Black, por lo que acudió con Madame Pomfrey. No está de más decir que la mujer pareció sorprendida al principio y luego negó saber sobre un caso parecido, pero le explicó sobre los posibles riesgos que la muggle podría atravesar.
Habló con McGonagall y le explicó lo que estaba ocurriendo, a la vez que negó dejar de lado sus estudios y que seguiría preparándose, pero lo haría en Forks. Quería apoyar a Bella en lo que pudiera.
Asi que se instaló en la habitación de Jasper de manera temporal. La ojigris estaba sentada en la cama leyendo un libro y haciendo anotaciones en una libreta, su prometido estaba acostado a lado de ella y leyendo el libro de Newt Scamander, a él le encanta mucho leer libros de historia y filosofía, pero debía admitir que el libro estaba muy bueno y admiraba el amor que el autor reflejaba por aquellas criaturas mágicas.
La bruja cerró su libro, ya sentía que era suficiente información por esa mañana y con un movimiento de su varita dejó todo acomodado en el escritorio personal del rubio y en un movimiento se rápido se acomodó sobre el regazo de Jasper y acomodó sus piernas a los costados de él.
-¿Qué pasó? -le preguntó dejando de lado su libro y colocó sus manos sobre las piernas desnudas de su compañera y las acarició suavemente.
-Nada, solo quise sentarme sobre ti. -le dijo juntando sus labios con los de él.
-¿Ya acabaste? -preguntó apenas se separaron, pero sus labios se seguían rozando.
-Solo me faltan dos capítulos, más tarde acabaré.
Los dos se quedaron en un corto silencio que Jasper interrumpió.
-Oye. -pareció dudar. -Cuando los capturaron en aquella mansión, lo que te hizo aquella mujer en tu brazo...
-¿Quieres ver mi cicatriz? -preguntó suavemente y él asintió. -Esa mujer era mi "adorable" tía Bellatrix, la mayor de las hermanas Black. -le dijo remangándose la blusa manga larga que tenía puesto dejando ver la cicatriz que Bellatrix Lestrange le hizo cuando fueron capturados en la Mansión Malfoy.
"Traidora a la sangre", esa era la cicatriz que descansaba en su brazo izquierdo. De lejos se podía notar el odio con el que fue hecho, con la intención de querer hacer daño y Jasper odió a aquella mujer por atreverse a dañar a su preciada compañera, incluso más que a María.
Con cuidado, agarró su brazo y pasó las yemas de sus dedos alrededor de aquellas palabras.
-¿Ya no fue posible que te curaran el brazo?
-No, Bellatrix se encargó de grabarlo en mi piel con magia negra. Ni la mejor poción ni el mejor hechizo me puede quitar esta cicatriz. Ni siquiera lo puedo cubrir con maquillaje, por eso uso cualquier ropa que sea de mangas largas.
