Después de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...
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Aro soltó la mano de Alice sorprendido y desconcertado por lo que acaba de ver, pero Jasper al ser un empático pudo sentir todas las emociones del Rey y la que más reinaba en él era el miedo por lo que decidió centrarse en esa emoción para incrementarla sútilmente, desconocía totalmente lo que sea que su hermana le haya enseñado, pero estaba seguro de que por esta ocasión Aro daría la palabra de retirarse.
La mirada escarlata del Rey viajó hacia los Cullen, sus testigos y la manada. La hija de Bella y Edward seguía sobre el lomo de aquel lobo, no parecían tener ninguna intención de huir. Todos ellos seguían vivos, como si no hubiera ocurrido nada, luego la dirigió hacia el bosque, pero no pudo ver ni escuchar nada. ¿Quiénes eran aquellas personas que habían aparecido en aquella visión? ¿Por qué no podía verlos ni sentirlos? Edward también había visto aquella visión, al igual que pudo leer los pensamientos de su hermana. Ahora entendía el por qué se había ido junto con Daniel de la manera en qué lo hizo.
-Ahora lo sabes. -le dijo Alice. -Ese es tu futuro, a menos que decidas alterar su curso.
-No podemos hacer eso. -se negó Caius, al ver que su hermano se quedaba callado. -La niña sigue siendo un peligro para nosotros.
-¿Y si aseguramos que se mantendrá oculta de los humanos? -preguntó Edward con una sonrisa disimulada. -¿Podremos irnos en paz?
-Por supuesto. Pero, ¿cómo piensan hacerlo?
-Ya te lo dirá.
Alice se alejó de Aro, quien aún seguía desconcertado, y dio unos pasos al frente mirando en dirección a su hermano.
El sonido de las pisadas sobre el inmesa nieve llamó la atención de los vampiros y lobos presentes en aquel claro, por lo que se voltearon en dirección hacia el ruido. Del bosque, por el mismo camino que Alice y Daniel habían recorrido, salieron dos siluetas.
Eran un hombre y una mujer, quienes se acercaron a paso lento hasta estar a unos metros de los Vulturi.
-Estuve buscando mis propios testigos en las tribus Ticuna de Brasil. -dijo Alice. -Les presento a Nahuel y Huilen.
-Hay suficientes testigos. -debatió Caius, pero su hermano lo calló.
-Déjala hablar, hermano. -Aro observaba al híbrido con curiosidad y dejó que él hablara.
-Yo soy mitad humano. Mitad vampiro como la niña. -empezó el hombre. -Un vampiro sedujo a mi madre, quien murió al darme a luz. Mi tía Huilen fue la que me crío. Yo la hice inmortal.
-¿Cuántos años tienes? -se apresuró Bella a preguntar, por lo que el híbrido se dio la vuelta para responderle.
-150 años.
-¿A qué edad llegaste a tu madurez? -volvió a preguntar el Rey.
-Yo me hice adulto siete años después de nacer. -respondió. -Desde entonces estoy asi.
