Después de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...
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Una semana había pasado desde que los Cullen regresaron y a la siguiente semana iniciaron las vacaciones de primavera, días que Adhara aprovechó para ir a Londres y estar un buen rato con su familia, pues ya los extrañaba demasiado, por lo que los primeros días se la pasó en casa de su tía Andy para estar con ella y su ahijado. Junto con Fleur y su tía Andy se pusieron a organizar la fiesta del primer año del pequeño Teddy, al final decidieron celebrarlo en casa de su tía.
Los tres últimos días las pasó en la Madriguera, ya que Charlie había ido de visita el fin de semana. Habían jugado varios partidos de Quidditch y puede que por accidente Adhara haya tirado de su escoba a Bill, pero solo por accidente; Fleur solo se reía ante la desagracia de su esposo con Teddy en sus brazos. También habían decidido subir a una colina que tenía un lago que estaba a media hora de la Madriguera y que Adhara solía visitar antes de entrar a Hogwarts. Todos, menos los señores Weasley, habían ido y se divirtieron como nunca, incluso Orión los había acompañado.
-¿Por qué nunca habíamos venido acá? -preguntó Hermione viendo el panorama, ella y Adhara vestían bañadores de manga larga.
-Porque nunca tuvimos el tiempo suficiente para disfrutar de esto. -respondió Harry.
-Wow. ¿Andas filosófico, Potter? -se burló la ojigris.
-Síguele, Black.
-Gin, ¿estás segura de ser novia de él? -le preguntó con falsa preocupación.
-Muy segura, Hara. -le aseguró con una sonrisa ganándose un beso de Harry. La ojigris hizo una mueca de asco.
-Besa a tu novia en el momento indicado y no delante de mi. -se quejó alejándose de ellos.
Todos estaban en bañadores y esperaban a que alguien se metiera al lago para indicar si estaba fría o pasable.
-Muy bien, ¿quién será el sacrificio? -preguntó George divertido.
-Yo creo que será una chica pelinegra, de ojos grises y que casualmente se llama Adhara. -le siguió Charlie.
Antes de que pudiera reaccionar, el pelirrojo se abalanzó sobre ella y la lanzó sobre su hombro como si fuera un costal de papas.
-¡Bájame! ¡Charlie! -exclamó pataleando.
Los demás solo reían ante su desgracia hasta que Fleur empezó a chillar también porque su esposo empezó a hacer lo mismo con ella.
-¡Bill! ¡Ni se te ocugga, William Weasley! -chilló la francesa. -¡Bájame! -volvió a gritar y sintió un azote en su trasero. -¡Ay! ¡Eso dolió!
-¡Charlie Weasley! ¡Bájame ya!
Los pelirrojos mayores solo reían y con una sola mirada se dijeron todo.
-¡Adiós! -exclamaron lanzándolas hacia el lago, dejando que se hundieran. Las dos salieron casi al mismo tiempo, colocando muy bien sus pies sobre el suelo.
