Después de finalizar la Segunda Guerra Mágica, Adhara Phoenix Black ya no siente tener motivos para quedarse en Londres y decide irse al pueblo más nublado de Estados Unidos junto con su fiel Kreacher, sin saber que ahí encontraría lo que tanto habí...
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Los meses habían pasado de un parpadeo, pero para Adhara fue difícil acostumbrarse a la ausencia de Jasper. Hermione, Ginny y Ángela tenían razón, él fue su primer amor y éstos siempre duelen.
Lamentablemente para ella, el resto de su familia sabía lo que ocurrió. En una de esas tanto ella como Ángela abrieron los ojos sorprendidas cuando a Adhara le llegó un vociferador durante el almuerzo. Era uno de esos raros días soleados por lo que salieron a almorzar afuera, Jessica parloteaba sobre quien sabe que cosa, los chicos hablaban sobre una película que se había estrenado y las dos brujas estaban haciendo una tarea.
De repente, guardaron silencio cuando escucharon un ruido extraño y se sorprendieron cuando una lechuza se acercó a la Black.
-Gracias, pequeña. -le agradeció extrañada dándole una galleta sin fijarse bien en la carta.
-¿Esa era una lechuza? -preguntó Erick sorprendido.
-Si. -respondió Ángela igual extrañada, pero al fijarse bien en la carta abrió los ojos sorprendida. -Phoenix.
La azabache volteó a verla y frunció el ceño, dirigió su mirada hacia lo que su amiga veía y también abrió los ojos sorprendida al darse cuenta de que había recibido un vociferador.
Sin pensarlo, salió corriendo en dirección hacia los baños para encerrarse en un cubículo y silenciarlo. Ángela suspiró rezando a Merlín porqué su amiga haya llegado a tiempo a esconderse, los demás seguían extrañados ante la actitud de Adhara.
-¿Por qué salió corriendo así? ¿Qué era esa lechuza? -preguntó Jessica.
-Era una carta importante. -fue lo único que respondió antes de seguir con la tarea.
El vociferador era de George.
Prácticamente le había reclamado por qué no le dijo a él primero que Jasper había osado a dejarla, luego amenazó con que lo iba a matar, le reclamó otra vez porque no le permitió amenazarlo como debería y luego le dijo que la quería. Luego de ese vociferador, aprovechó un fin de semana para aparecerse en la Madriguera junto con Kreacher y aplacar a los hombres Weasley y a Harry que deseaban vengarse del rubio vampiro por romperle su corazón.
Ella solo los veía con una sonrisa entre divertida y agradecida mientras cargaba a Teddy.
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Solo faltaban unas semanas para que iniciaran las vacaciones de Navidad y ella estaba más que decidida a irse apenas terminen las clases. Ángela le había platicado de una playa llamada La Push, cerca de Forks. Ya tenía tiempo con las ganas de ir, pero no había tenido oportunidad alguna, hasta hoy que decidió no ir a clases, total era buena estudiante. Tenía muy buenas calificaciones y nadie más que Ángela sabía que era ella la que hacía las bromas.
