El día en que T/N se enteró de que finalmente estaba apta para recibir el entrenamiento para asumir el trono de su reino fue el más feliz que tuvo en mucho tiempo, tanto así que no pudo encontrar mejor compañía para hablar que su confidente, alguien fuera de lo común y ordinario.
― ¿Estás segura de que escuchaste bien? ―pregunta ella de nuevo, dudando de su informante a pesar de que es la criatura más honesta que pudo haber encontrado hace un par de años atrás.
―Sí, muy segura. Él estaba hablando con otro guardia. Creo que son amigos cercanos o algo así ―responde la pequeña ave con su colorido pico―. No sé su nombre.
La princesa duda, todavía pensando en cómo es posible que no se haya enterado antes de tal noticia. Namjoon, su guardaespaldas, está a punto de renunciar a su puesto porque pronto se casará y cree que es el mejor momento para descansar un poco del trabajo y empezar una nueva etapa en su vida, para formar una familia estable. Todo eso lo escuchó Dalia, el ave que ya es conocida en el palacio por haber sido la princesa quien rescató a la tucán parlante con un ala rota. Desde entonces, la cuidó hasta que pudo volar de nuevo.
Sin embargo, Dalia nunca dejó el palacio y es libre de volar por todo el reino aunque siempre regresa con la princesa, quien le salvó la vida. De cierto modo, ha sido los oídos y ojos de ella dentro y fuera del palacio. Nadie sabe que es capaz de hablar, nadie excepto T/N y Jin, su mejor amigo; por eso, es la fuente más confiable que puede tener.
―No puedo creerlo, han pasado años y uno pensaría que le tendrían la misma confianza. Supongo que no, sino lo habría dicho ya.
―Pero él sí confía ―interrumpe Dalia, pero solo recibe una mirada seria que no entiende mucho.
―Bueno ―suspira T/N―; en todo caso, me alegra que vaya a casarse. De todas las razones posibles, esa parece la mejor que cualquiera pueda tener. Mi problema ahora es buscar su reemplazo lo antes posible.
― ¿Quién?
―No lo sé, iba a preguntarte lo mismo. ¿Has visto a algún candidato elegible para el puesto? ―pregunta la princesa, apoyándose en la balaustrada de su balcón, más entusiasta que antes.
―Sí, sí. Todos hablan de uno en particular, en la guardia real.
― ¿Cómo se llama?
―Taehyung.
― ¿Qué es él? ¿Guardia? ¿Caballero? ¿General?
―No lo sé ―responde Dalia, sacudiendo sus plumas ante la brisa de otoño.
Justo entonces, la puerta de la habitación se abre, a lo que la princesa se apresura en tomar delicadamente en sus manos a su amiga ave para que no la vean.
―Ve y vigílalo ―susurra ella a Dalia―, luego me verás en mi despacho.
Sin más que decir, le da un impulso para que salga volando. Por suerte, la voz que escucha es familiar y la que esperaba escuchar al abrirse la puerta anteriormente.
― ¿T/N?
―Jin ―dice ella, encontrándose con su mejor amigo al dar la vuelta.
―Oh, pensé que hablabas con alguien ―responde, haciendo un gesto con sus manos hacia su nariz y alargándola.
―Baja la voz ―lo reprende ella, y señala al cielo donde muy lejos se puede ver cómo Dalia se aleja volando. T/N se queda observando hasta que desaparece de su vista del todo.
―Entonces, sí estaba aquí. Se parece a ti, habla sin parar cuando solo estamos los dos juntos.
―Voy a ignorar eso; y sí, vino para contarme algo muy importante. Por cierto, tengo noticias.
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Caminos entre deber y amor • [BTS FF]
FanfictionT/N necesita encontrar a alguien que reine a su lado, sin importar quién se interponga en el camino. Solo así se completará la sucesión. El problema es... saber cuál será la elección correcta. Sin querer, reflejó un debate sobre si existe algo como...