Capítulo 24

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Con el paso de los días, T/N pensó que sería más fácil lidiar con sus preocupaciones pero, por el contrario, se le hacía más difícil olvidarse de eso. Como era de suponerse, el rey y la reina estaban más que felices al oír que se habían comprometido el príncipe Jimin y la princesa T/N. Para ellos, verlos sonreír era lo único que pedían.

Aquella felicidad no duró demasiado, ya que algo dentro de la princesa no la dejaba disfrutar plenamente de su compromiso. Dos noches después, era evidente que no podía quitarse de la cabeza que había sido demasiado pronto aceptar casarse con Jimin. A pesar de no comprender cómo estaría satisfecha, algo que ayudaba a relajar la angustia era, irónicamente, pasar más tiempo con su prometido. El efecto que tenía en ella era el mismo que desde el principio, la hacía olvidar todo el mundo alrededor, por un momento siquiera, y quería atesorar ese sentimiento lo más que podía.

La noche que decidió tratar de buscar una solución, la princesa se encontró en su habitación, esperando a Dalia por si aparecía. Su simpleza de pensamiento era encantador, al mismo tiempo que valoraba cada día más su existencia por seguir a su lado a pesar de todo.

Un sonido en el balcón la hizo pensar que ya se encontraba ahí. Cuando volteó en esa dirección, no vio nada; todo seguía normal horas después de entrada la noche. El recuerdo de lo que pasó con su tío la hizo ponerse tensa, pero sabía que Taehyung estaría afuera de la puerta si lo necesitaba.

Desde el balcón, la imagen camuflada de Yoongi se reflejaba en el espejo. La parte más difícil, en teoría, había sido entrar al palacio y llegar hasta ahí sin que lo vieran, pero para él la parte más difícil sería volver a hablar con la princesa. Sin embargo, no había manera delicada de hacerlo.

―Vine a verte una vez más ―dice él, sobresaltando a T/N por oír su voz en medio del silencio. Decidió quitarse el hechizo de invisibilidad, porque ya no tenía nada que esconder de ella.

La princesa observó con asombro la presencia de él en su habitación, pero lo reconoció en un instante. Su voz ya era familiar, a pesar de haber pasado meses desde su encuentro en los jardines.

Taehyung escuchó desde el otro lado de la puerta la exclamación de la princesa, lo cual hizo que su miedo de enfrentarse con el peligro otra vez fuera inmediato. Él abrió la puerta, viendo cómo su pesadilla se repetía de nuevo al ver una figura desconocida en el balcón y a T/N. Su reacción fue la misma que en ese entonces.

―Taehyung, espera ―dice la princesa, colocándose en medio de su camino para proteger a Yoongi. Todo aquello era tan inesperado que no podía comprenderlo.

―T/N, ¿qué...?

―No lo hagas.

Su guardaespaldas dudó un momento solo por habérselo pedido ella, aunque todo en su interior gritara que eso no tenía sentido. Él observó cómo Yoongi hizo un movimiento con su mano en dirección a la puerta, haciendo que se cierre, a pesar de la distancia, con un hechizo. Ver aquello solo lo alteró más y, en vez de ir tras el extraño, decidió alejar a la princesa de Yoongi, por más que ella lo haya protegido de él mismo.

―Está bien, no pasa nada ―vuelve a decir T/N, sin poder zafarse de su agarre, para tranquilizarlo.

― ¿De qué estás hablando? ¿Estás bien?

―Perfectamente.

Por un momento, Taehyung estuvo decidiendo qué hacer pero la convicción de T/N lo frenaba. No comprendía cómo o por qué podía proteger a un completo extraño cuando él no pudo haber visto nada que justificara aquello.

― ¿Quién es y por qué lo defiendes?

―Taehyung, cálmate. Su nombre es Yoongi. No me hará daño, lo prometo.

Caminos entre deber y amor  •  [BTS FF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora