Capítulo 45

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Tomó días para que el valor surja de parte de la princesa, cuando ya no se sentía tan vulnerable como para dar el siguiente paso que sabía que era necesario. Después de pensar tanto, solo podía llegar a una sola conclusión. Sin importar lo que diría el resto o lo que significaría a futuro, no podía ignorar más lo que sentía ni lo que Jimin expresaba.

Era impresionante la paciencia que él tuvo, o quizá no era eso, pensó T/N. Pero se sentía todavía más culpable por hacer esperar de esa manera a su prometido, porque necesitaban hablar de cosas importantes. El día no podía postergarse, a pesar de no estar tan segura de las consecuencias que traería dicha conversación.

Como si fuera ya demasiado obvio, todos en el palacio evitaron estar cerca de la pareja apenas los vieron reunidos después de tantos días separados. Las expectativas eran altas y al mismo tiempo variadas, porque no sabían cuál sería el resultado final.

La tarde parecía más tranquila de lo usual, ambos acordaron dar un paseo por los alrededores sin ningún rumbo en específico. No era fácil empezar a hablar del tema, lo cual tomó un buen tiempo, deambulando por los corredores del palacio sin mucho que decir y simplemente admirando el silencioso ambiente de la primavera que ya terminaría pronto.

―Lamento mucho no haberte visto antes, no me sentía con ánimos de nada.

―Lo sé ―responde el príncipe, dándole toda su atención al inicio de la conversación―, y está bien. Te entiendo. También me dio tiempo a mí para pensar mucho estos días.

― ¿En qué pensaste?

―En mis decisiones. Mi familia, mi deber. En nosotros. Todo.

―Hemos estado haciendo lo mismo, entonces.

Los dos sonrieron un poco, tratando de encontrarle el lado agradable a la situación sin mucho éxito. Sin darse cuenta, llegaron hacia los jardines. Era el lugar donde podían hablar sin preocuparse de que alguien escuche su conversación, al mismo tiempo que disfrutaban de las diversas flores que adornaban cada rincón del lugar.

―Quería hacerte otra pregunta hace ya varios días, incluso antes de que todo se volviera un desastre ―dice ella, sentándose en el borde de la fuente de agua―. ¿Qué es lo que de verdad quieres para ti? ―continuó, ya que él observó fijamente en silencio qué palabras saldrían de sus labios―. Si nadie más importara, ¿qué cosa sigue llamándote?

―Es curioso que lo preguntes. Si me hubieras preguntado lo mismo meses atrás, mi respuesta inmediata hubiera sido ir alrededor del mundo, lo más lejos que pudiera, y experimentar cada cosa a mi alcance antes de regresar a casa. Y eso era lo que estuve haciendo por un tiempo. Pero, ahora, mi respuesta es diferente. Me has enseñado mucho más de lo que te imaginas, T/N.

― ¿Como qué cosas?

―Un sentido de responsabilidad más importante que el común, también el amor al deber que nos corresponde. Que se requiere más para amar a alguien y a su vida, significa poner mucho esfuerzo y tener lo que muchos llaman suerte ―responde Jimin, y se sienta a su lado como si pudiera desaparecer la distancia que los dividió dolorosamente―. Soy muy afortunado por haberte encontrado, pero quizá somos víctimas del destino. Quiero ser amado por ti pero vi que soy indeciso para dar el salto final y dejar todo atrás. Eso significa ser nosotros, estar atados al deber que nos corresponde; permanecer juntos requiere que uno de los dos lo deje ir. Y no pude.

―También me has enseñado mucho, Jimin ―dice ella, tomando su mano y entrelazando sus dedos con los suyos―. Me di cuenta cuánto te amo, cuando todos mis miedos desaparecieron con el duelo. Como tú dices, tal vez seamos víctimas de las circunstancias. Todas nuestras excusas se han invalidado y es hora de enfrentarlas. Este no parece ser nuestro camino. No puedo pedirte que estés seguro cuando, desde el principio, yo no estuve del todo segura.

Caminos entre deber y amor  •  [BTS FF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora