Caminos entre deber y amor • [BTS FF]

Capítulo 21

Un par de días después, una carta del príncipe Jungkook llegó a manos de la princesa en respuesta a la que ella había decidido escribirle por impulso la semana anterior. Por supuesto, fue precipitado haberle escrito para preguntarle lo que no se atrevió a decirle en persona. Sin embargo, no podía ignorar el regalo que le hizo luego del baile.

En la privacidad de su habitación, se preparó para leer la carta luego de un día cansado.

"Querida Princesa T/N,

Recibí tu carta con mucho ánimo por saber acerca de ti de nuevo, pero me llevé la sorpresa de que estabas en una posición difícil, así como yo. He demorado en dar una respuesta porque quería estar seguro de contestar todas las preguntas que me hiciste, y las noticias recientes que escuché me llenaron de angustia al saber que estuviste en peligro. Me alegra saber que estás bien, a pesar de que imagino lo duro que debió haber sido pasar por eso.

Nuestro deber nos dice el camino que deberíamos seguir, pero no siempre resulta ser el correcto. Me preguntaste cuáles son mis prioridades, qué era lo que de verdad quería para mí y para mi futuro. Debo coincidir contigo, ambos queremos lo mismo. Asumir mi título por herencia es lo único que sé que he nacido para hacer, le da sentido a mi vida y un propósito. ¿Cómo podemos dejar de lado los intereses de nuestros reinos? La línea que separan aquellos de los propios es muy delgada.

Mis padres, al igual que los tuyos, saben que tendremos la última palabra acerca de lo que suceda entre nosotros. No soy nadie para decirte que dejes de lado tu hogar para venir conmigo, así como me lo dijiste a mí. Lo creo verdaderamente. La misma razón para mi existencia es lo que me tiene devoto a mi reino, tú más que nadie puede entender ese sentimiento. Somos prisioneros de nuestros propios destinos, solo algo más fuerte que eso podría alejarnos del camino al que siempre regresaremos de todos modos. Si el sueño de nuestros padres se hiciera realidad y la distancia que nos separa se desvaneciera por completo, ¿qué podemos apostar a que es la decisión correcta?

Mi pesar se incrementa al creer que mis palabras destruirán la confianza que me demostraste la última vez que nos vimos. ¿Seremos víctimas del destino? Si debo tener que resignarme a que los sueños e ideas que tuve queden como eso, al menos he sido lo más honesto que he podido. Mi lealtad seguirá siendo tuya, en el sentido que nosotros decidamos. El único premio que tenemos es que seguimos fieles a quienes realmente somos, creyendo en lo que verdaderamente nos hace sentir vivos por una razón.

Si esta es la última vez que tengo para impresionarte antes de que elijas alguien diferente, he de admitir que mi tiempo a tu lado sigue siendo uno de los mejores que he tenido. Espero que se llegue a repetir.

Recuerda que la única forma en que sabrás el camino correcto es si nunca dudas de ti misma; cuando tus decisiones no pesan más que las consecuencias y viceversa.

Siempre tuyo,

Jungkook."

Ante las palabras sinceras del príncipe, T/N estaba segura de algunas cosas. En primer lugar, las noticias acerca de su incidente llegaron hasta él, lo cual significaba que tiene una manera de saber lo que ocurre en su reino. De seguro estaba enterado de todo lo que acontecía. Segundo, eso debía incluir la presencia del príncipe Jimin, porque su visita había causado más revuelo en el palacio.

Otro punto que había quedado claro es que los dos estaban en la misma situación; si en alguien podía contar con respecto a eso era Jungkook. Pero su intención no era presionarla ni tampoco arriesgarse a ofrecer algo que sería parte de la decisión tanto de ella como de él. Era sensato, pensó ella.

―Princesa, princesa ―dice Dalia, entrando por el balcón.

―Oh, hola. Qué sorpresa verte por aquí.

―Jin me dijo que viniera aquí.

― ¿En serio? Veo que ahora definitivamente están pasando más tiempo juntos... Los extraño tanto últimamente.

―Pero no estás feliz, princesa. Tampoco triste.

―Eso es correcto ―sonríe ella por la ocurrencia y tratando de olvidarse de sus problemas por un momento―. No te preocupes por mí, ahora estoy mejor ya que has venido.

Dalia sacude su plumaje, reconociendo que afuera se sentía mal con todo el frío del invierno. Prefería quedarse cerca del palacio debido a eso, aunque tuviera ganas de ir hacia el bosque más seguido.

― ¿Qué estaba haciendo Jin, de todos modos? ―pregunta la princesa, guardando la carta del príncipe Jungkook para prestarle atención a Dalia.

―Sigue hablando con muchas personas y yendo a todos lados. Lo seguí y no suele parar hasta el atardecer. Cuando está solo, me dice cosas sobre ti y sobre mí.

― ¿Cosas como qué? ―sonríe ella, sospechando que debe ser para distraerse a él mismo.

―Que lo ayude a darte sus mensajes, porque quiere que sepas sobre él.

―Me agrada saber sobre él también. Gracias por ayudarlo, aunque no siempre deberías.

― ¿Por qué no? Es mi amigo, así como tú también.

―No olvides a Namjoon ―añade la princesa, sonriendo por lo tierno de su comentario―. Estoy segura de que él no te ha olvidado.

Pensar que las personas más importantes en la vida de la princesa T/N se alejaron así de repentinamente, luego de que Namjoon se fue, seguía siendo un problema. Aquellos días había estado triste y distante mientras se enfocaba en su trabajo, hasta que Taehyung se dio cuenta de que algo estaba mal. Por suerte, elegir a Taehyung había sido una buena decisión.

Si bien había ganado una nueva persona cercana, Jin seguía siendo a quien más extrañaba junto a la vida que tenía antes; lejos de las preocupaciones que tenía en la mente ahora.

―Princesa, ¿quién es Jimin?

― ¿Jimin? ―repite ella, muy confundida por la mención de parte de Dalia―. Él es el príncipe que está de visita. ¿Cómo sabes su nombre?

―Lo he visto seguido por el palacio, es muy amable conmigo. Siempre se alegra de verme pero no me he acercado.

―Es muy amable, por supuesto.

La imagen de Jimin se queda en la mente de la princesa por un momento. Por mucho que quiera negarlo, ella no era inmune a los encantos del príncipe.

― ¿Vas a casarte con él? ―pregunta Dalia, a lo que la princesa se sorprende mucho.

― ¿Qué? No, no. Apenas lo estoy conociendo.

―Creí que tenías que casarte con un príncipe.

―Idealmente, sí.

― ¿Qué es idealmente?

―Significa que sería lo que debería hacer si es posible, pero no es... obligatorio.

Darse cuenta de eso la hizo pensar en más posibilidades; porque, como había dicho su padre, solo dependía de ella y de nadie más. Sí, esa persona tendría que gobernar a su lado y también pasar el resto de su vida con ella; lo cual hacía mucho más complicado elegir.

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Este es uno de los capítulos que más me agradan, aunque los mejores vienen todavía más adelante. Además, uno en los que más pensé luego de escribirlo tiempo atrás. ~M' ❤