Caminos entre deber y amor • [BTS FF]

Capítulo 63

Pasaron tres semanas, y nada evidente parecía haber cambiado dentro del palacio, excepto por la creciente cantidad de trabajo que había tenido la princesa T/N hasta ese entonces. Ya no era tan difícil hacerlo, pero su responsabilidad se volvió más grande, a comparación de tiempos anteriores.

Sabía que no debía sobrepasar su límite, como lo hacía antes; otra lección aprendida por experiencia, aunque aún había días donde se concentraba demasiado en completar una tarea en su totalidad y eso resultaba en que la noche le dificultaba hacerlo. Sin embargo, casi nunca dejaba nada sin terminar en un mismo día, lo cual ya era bueno.

Esa noche se encontraba en su despacho, terminando un proyecto que había esperado completar desde días atrás, así que era una excusa perfecta para utilizar ese logro como un merecido descanso la mañana siguiente. Sin embargo, no había por qué esperar a la mañana siguiente, porque Yoongi había pasado antes por ahí y estaba esperando a que ella termine por petición suya. Esa era su recompensa inmediata.

Para él, también lo era; aunque de una manera diferente. Ya había pasado un tiempo desde que podía decir que habían disfrutado algún momento juntos, así que dudó de que surgiría de nuevo la oportunidad tan pronto, como de costumbre. Pero, mientras más pasaban las horas, surgía la sospecha en su mente de que quizá sería buena idea que así fuera al final.

Así que esperó, hasta que por fin se abrió la puerta que había estado observando desde el jardín a una distancia relativamente lejana. Por suerte, Taehyung fue quien le indicó a la princesa dónde ir y ella, a su vez, le pidió que fuera a descansar. Y así fue, para sorpresa de Yoongi. Otra vez, sospechó que parecía como si todos hubieran bajado la guardia con el tiempo, incluyéndolo. Algo curioso.

―Ahí estás ―dice ella, acercándose a la fuente donde él se encontraba―. Gracias por esperarme. Ha sido un día muy largo, espero que no estés cansado todavía.

―Oh, no, descuida. No es eso. También necesitaba esto, en realidad ―añade, refiriéndose a lo callado que había estado todo a su alrededor en ese tiempo y lo fácil que había sido relajarse mirando el cielo despejado.

― ¿En serio? ―pregunta T/N, sentándose a su lado―. ¿Cómo te sientes? Quiero decir, sé por tus ojos que algo te da vueltas en la mente pero... aun así, tú dime.

―Bueno, son muchas cosas, en realidad. Pero estoy bien. De repente, todo parece volver a la normalidad estando contigo.

―Una manera sutil de evitar ser específico, pero te creo. También es relajante para mí tener tiempo solamente para los dos.

Eso lo hizo sonreír, no solo por haber revelado su intento de no preocuparla, sino por lo consciente que era T/N también de la atmósfera que se había creado sin haberlo planeado en absoluto.

La luna se veía más brillante, iluminando por momentos para otra vez ocultarse entre las escasas nubes de la noche. Pronto acabaría el verano, la temperatura ya no estaba tan alta y a esas horas el frío nocturno regresaba. El clima perfecto, según T/N.

Así que era inevitable querer que así fuera por más tiempo, al menos para Yoongi. Que se congele el tiempo alrededor.

―Te dije que no tendríamos mucho tiempo a solas desde que volvimos al palacio. Tantos ojos y oídos atentos.

―Y tú también has estado ocupado, ¿sabes?

―Por suerte ―continúa él como si no hubiera escuchado nada―, no me importa mucho esta cantidad de atención ahora, a pesar de que sea tan tarde. Aunque, apostaría que lo más probable es que hablen de esto mañana.

Gracias a ese recordatorio, sobre los guardias que vigilan en los corredores que rodean el jardín, la princesa no lo tomó tan ligero. La tensión que sintió, no solo esa noche sino por días de intenso trabajo previo, seguía pesando sobre sus hombros por más que la intentaba alejar eficazmente todo ese tiempo.