Los pensamientos de la princesa estaban tan dispersos que incluso en sueños se presentaron como literalmente los planes que tenían que formarse tarde o temprano; ella vio a un príncipe, tal cual imaginó que tendrían que ser. Perfectamente vestido en su traje formal, cabello peinado a la perfección y una sonrisa que podría iluminar el mundo entero a su alrededor como el sol. En su sueño, este le devolvió la mirada confundida de ella, y le extendió una mano, antes de que todo se disolviera para despertarla a la realidad.
Más que tranquilizarla, su sueño la puso nerviosa al pensar en cómo lidiar con la situación que no vio venir, encima de perder la compañía de uno de sus más cercanos amigos en cuestión de días. También, los deberes que tenía que cumplir para convertirse en reina estaban en primera fila para recibir su atención. Con eso en mente, decidió practicar cómo presentar su informe a su padre sobre los proyectos que se le había asignado el día anterior.
― ¿Princesa? ―dice Namjoon, entrando sigilosamente a la habitación para captar la atención de T/N, quien todavía seguía concentrada en sus notas.
― ¿Mmm?
―Ya es hora de ir a la biblioteca con tus padres.
― ¿Tan rápido?
―Ya ha pasado casi medio día.
Ella suspira, reconociendo lo rápido que se le pasaba el tiempo cuando se enfocaba solamente en el trabajo. Namjoon nota inmediatamente la ausencia de su usual buen ánimo, así que entiende que no esté del todo prestando atención hoy.
―Bueno, mejor terminar antes con esto y ver qué puedo hacer después.
―Pareces más cansada de lo normal ―dice él antes de abrir la puerta para salir juntos hacia la biblioteca como el día anterior―, ¿te sientes bien?
―Solo nerviosa por lo de hoy. Y tuve un sueño extraño, eso es todo.
A diferencia de ayer, el palacio se ve más activo que otros días. Cada quien atiende su trabajo y un ambiente de emoción se puede percibir alrededor de todos, en los tonos de voz y en la gran energía de cada uno. Pero la princesa y su guardaespaldas están pensando en llegar a tiempo a su reunión con el rey y la reina, solo en eso.
Como el día anterior, ellos la esperan, pero esta vez impacientes para darle una sorpresa a su hija; una que no saben exactamente cómo saldrá, aunque debería ser placentera, según su percepción. Así que, al escuchar sus pasos entrar, se ponen alertas de inmediato.
―Buen día, querida ―saluda la reina, colocándose frente a su hija para quitarle la mirada del libro que todavía sostiene.
―Oh, buen día mamá. Estaba repasando para contarles lo que estuve haciendo ayer luego de verlos.
―Lo revisaré esta tarde ―interviene el rey, tomando el libro de notas rápidamente para no seguir con ese tema de conversación en frente de su invitado―. Primero, quiero presentarte a tu nuevo mentor en lenguas antiguas: el príncipe Jungkook.
La princesa creyó no escuchar correctamente pero, al poner más atención, efectivamente no solo estaban presentes sus padres, sino el joven príncipe del reino vecino al suyo, con quienes ya se tenía una alianza fuerte de muchos años debido a la cercanía geográfica de ambos. Él es completamente diferente al príncipe que vio en sus sueños ese día, pero no menos atractivo. Sin embargo, su presencia inesperada la sigue confundiendo.
― ¿Mentor? ―pregunta, pero se corrige al recordar el protocolo que debería seguir en esos casos―. Quiero decir, estoy encantada de verlo.
―El placer es todo mío ―responde Jungkook, asumiendo la formalidad y los modales que le enseñaron sus padres perfectamente.
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Caminos entre deber y amor • [BTS FF]
FanfictionT/N necesita encontrar a alguien que reine a su lado, sin importar quién se interponga en el camino. Solo así se completará la sucesión. El problema es... saber cuál será la elección correcta. Sin querer, reflejó un debate sobre si existe algo como...