Capítulo 16

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Dormir más de lo que se había permitido todos los días anteriores se sentía dichoso, al fin una recompensa luego de un trabajo tan duro. La princesa estaba tan aliviada de terminar algo importante para ella que no le importó quedarse todo el día en su habitación descansando finalmente.

La compañía que recibió, a falta de Taehyung, fue de Dalia. Su ave favorita.

―Jin dice que está orgulloso de ti ―le dice a la princesa, apenas se posa en la balaustrada del balcón.

―Dalia, ¿ahora pasas más tiempo con él?

―No, solo me vio y me pidió que venga a decírtelo. Parecía apurado.

― ¿Apurado? ¿Quieres decir ocupado?

―No lo sé, hablaba muy rápido.

La princesa suelta una risa por aquella descripción, mientras que Dalia se sentía feliz al ver sonreír a T/N. Si bien no entendía exactamente lo que ocurría en la vida de la princesa, le gustaba que las personas que eran más cercanas a ella la incluyan en su día a día. Lo único que sabía era que pronto aparecería un príncipe para que se case con ella, porque eso escuchó cuando recibieron la visita del príncipe Jungkook.

― ¿El rey y la reina siguen buscando? ―pregunta, sin dejar pasar aquel pensamiento.

―Seguir buscando... ¿un pretendiente? Eso parece. No he tenido tiempo de preguntarles, pero no creo que haga falta. Conociéndolos, intentarán invitar a Jungkook de nuevo. Como si un baile no hubiera sido bastante preferencia hacia él.

―Un baile se celebró afuera también.

― ¿Cómo afuera? ―pregunta la princesa, colocándose su abrigo sobre los hombros debido al viento.

―Afuera las personas bailaban y cantaban, así como aquí dentro.

―Oh, sí. Eso me pareció escuchar por ahí.

―Las luces del cielo también las vi por la noche.

―De seguro que sí, de todos los colores como tú ―responde con una sonrisa por lo adorable que siempre era Dalia con la princesa.

T/N no quería dudar del cariño que le tenía su reino, así como ella sentía un profundo cariño hacia ellos. Saber que su alegría era la de ellos también, se guardó en un lugar especial en su corazón. Cada vez que su trabajo llegaba a agotarla demasiado o a frustrarla, solo le bastaba recordar cosas como aquella para hacerla sonreír. Cumpliría su deber sin importar lo difícil que sea.

―Cómo me gustaría ser como tú ―dice T/N, entreteniendo a su amiga ave mientras seguía pensando.

― ¿Yo?

―Sí. Con tus alas para volar a donde quiera, sin pensar en lo que tengo que hacer por adelantado otro día más.

―Irías al bosque.

―No solo al bosque, sino al mar. Donde me lleve la corriente ese día, persiguiendo el atardecer hasta que no lo vea más.

―Pero eres la princesa, todos te quieren mucho aquí. Si te vas, estarán tristes.

T/N sonríe por esa idea tan dulce, aunque supone que debe tener algo de verdad después de todo. Si pudiera dejar todo detrás, ella no se atrevería a renunciar a su deber tan fácilmente. Para empezar, tenía muchas razones para quedarse más que para irse. La mayoría tenían nombres.

―No me iré a ningún lado ―murmura, acariciando las suaves plumas de Dalia.

― ¿Yo también me quedaré aquí?

Caminos entre deber y amor  •  [BTS FF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora