Capítulo 22

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El resto del invierno Jimin se quedó al lado de la princesa. Sin tantas responsabilidades que cumplir debido a la estación y a la carga que le habían quitado sus padres a propósito, la princesa T/N no tenía excusas para evitar pasar tiempo con Jimin. Tampoco veía una razón para no querer hacerlo.

A medida que se conocían más, su interacción se volvía más natural. Como Jimin lo prometió, sería él mismo con ella, recibiendo de regreso el mismo trato. Finalmente, hubo una excepción para dejar salir su lado oculto, pensó Taehyung. El guardaespaldas los acompañaba la mayor parte del tiempo, cosa que no les incomodaba en absoluto. Cuando estaban cerca de Taehyung, Jimin lo trataba como un amigo más. De esa manera, se sentía menos incómodo y sabía cuándo alejarse lo suficiente para darles espacio.

En un inicio, fue aterrador dejarse conocer tanto por alguien para la princesa. Sobre todo porque las intenciones de Jimin eran muy claras desde el primer encuentro que tuvieron en el palacio. A pesar de no darse cuenta tan rápido, Taehyung pudo resolver ese misterio ya que pasaba más tiempo observándolos. Para Jimin, fue amor a primera vista desde aquella noche del baile, cuando por accidente se topó con la princesa y tuvo la oportunidad de hablar con ella. Solamente eso pudo haberlo convencido de quedarse tanto tiempo y, de algún modo, la princesa había tenido la misma primera impresión que él. No sabía si llamarlo amor, porque Taehyung dudaba de qué pensaba realmente la princesa de Jimin.

El rey y la reina estaban a gusto con el príncipe, parecía un joven atento y adecuado para su hija. Al menos, lo que sabían y veían podía confirmarlo. T/N era feliz con él, riendo y pasando momentos agradables con el príncipe.

Por otro lado, hacían lo mejor que podían para apaciguar a los padres del príncipe Jungkook, quienes no estaban contentos por cómo se habían desarrollado los hechos en los últimos meses. No había nadie a quien culpar de ello, porque nadie intervino para sabotear nada. Pero aun así, se sentía una decepción tácita al haber perdido una opción muy valiosa para su hijo.

La molestia solo era compartida por sus padres, mas no por él mismo. Luego de recibir una respuesta de parte de T/N, aceptando que ambos tenían que confiar en el camino que estaban yendo aún si no era el mismo, Jungkook se dio cuenta de que su visita no fue en vano. Ya tenía una persona que podía entenderlo mejor que nadie en el mundo, más cerca de lo que pensó, y el apoyo que se darían el uno al otro sería incondicional. Todo lo que podía desearle era felicidad, donde sea que sus caminos terminen.

Los meses pasaron, hasta que los días se hicieron cada vez menos y menos fríos. La primavera llegaba y, con ella, nuevos sentimientos. Dalia se sentía más a gusto con ese clima, podía salir más seguido sin preocuparse del frío como antes. Su curiosidad siempre la llevaba hacia el bosque.

Una noche, luego de cenar con el príncipe Jimin, la princesa T/N accedió a dar un paseo con él. Como era usual, iban al jardín para admirar las flores alrededor. Ahora florecían cada vez más luego de días sin nieve.

―Mira las estrellas, brillan más que otras noches ―dice Jimin, impresionado por lo despejado que estaba el cielo.

―Es una vista verdaderamente hermosa. ¿Cómo se verían de cerca si pudiera acercarme más? ―dice ella, más para sí misma que por querer saberlo.

―Como yo te veo a ti de cerca, así como lo describiste.

―Eso es... ―murmura la princesa, sin saber cómo reaccionar ante sus cumplidos inesperados como aquel― muy lindo de tu parte.

―De verdad lo creo ―sonríe él, disfrutando del sentimiento que ocasionaban sus palabras en T/N―. Cada día a tu lado ha pasado tan rápido que es increíble lo pronto que se ha derretido la nieve. Pareciera que fue hace poco cuando temía haberte hecho enfadar.

Caminos entre deber y amor  •  [BTS FF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora