Capítulo 39

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Casi cerca de la medianoche, el príncipe Jimin y la princesa T/N seguían dando un paseo alrededor del palacio luego de la cena. Los días que habían pasado cada uno por su cuenta ayudaron a que tengan mucho más de qué hablar, aunque nada de ello sea lo más importante que debían conversar.

No solo ella lo tenía presente, sino era algo que Jimin estaba esperando poder decir ni bien estuvo cómodo al ver que nada había cambiado entre ambos. Se sentía cómodo con ella y aprovechó que en los alrededores parecía haber muy pocas personas que puedan oír su conversación. Taehyung estaba siguiéndolos de lejos, dándoles espacio. Solo en caso pasara algo.

― ¿Sabes? He estado pensándolo mucho. Sobre lo que hablamos ―dice él―. Lo reconsideré, como tú dijiste. Antes de continuar con el arreglo del documento que te mostré, necesitaba tomarme unos días libres para reflexionar. Quería preguntarte algo.

―Puedes preguntarme lo que sea.

― ¿Por qué me pediste que lo pensara dos veces no renunciar a lo que tengo?

La lista de títulos que habían enumerado fue un recuerdo vívido para T/N, porque se dio cuenta lo que tenía que dejar atrás el hombre a su lado para casarse con ella. Si bien Jimin parecía el tipo de persona que no ponía un valor demasiado alto en dichos títulos, eran parte de su identidad. Su derecho por nacimiento. El legado que había pasado por su familia por años. No podía quedarse callada al respecto.

―Porque... quizá no lo sabes, pero tuve una conversación muy importante con uno de mis más cercanos amigos hace poco. Se trata del príncipe Jungkook, él pasó un tiempo aquí antes de que nosotros nos conociéramos. Descubrimos lo similar que éramos durante ese tiempo, básicamente queríamos lo mismo: poder gobernar nuestros reinos lo mejor que podamos. Cuando regresó a visitarme muy brevemente durante la celebración de nuestro compromiso, hablamos sobre ese tema. Yo pensé en lo importante que es para mí, que es la razón de mi existencia servir a mi reino; y eso me hizo pensar en ti. Me pregunté cuán significativo es para ti, porque sé que te importa.

Apenas terminó de hablar, la princesa esperó encontrar en la mirada de su prometido nada alarmante. Para su sorpresa, él no parecía extrañado u ofendido por dicha información, solo interesado.

―Pues, he oído rumores acerca de él. No puedo decidir qué pensar de él sin conocerlo, pero te creo cuando me describes cuánto valoras sus opiniones. También tienes razón al respecto, me importa mucho. Me encanta estar alrededor de mi gente, incluso cuando no saben que se trata de mí ―dice él, y sonríe al recordar los días que pasó en casa y las oportunidades que encontraba para escaparse sin ser reconocido―. Eso me da alegría, verlos a ellos ser felices. Sé que están en muy buenas manos y mi amor por ellos no ha disminuido sino aumentado todavía más junto al amor que siento por ti ―su confesión hizo que ambos detuvieran sus pasos, como si pudieran evitar con ello que nadie escuche lo que sus corazones sentían―. Ha sido duro pisar tierra cuando me di cuenta de lo que se debe hacer de ahora en adelante, pero no me arrepiento para nada de haber venido aquí.

Por instinto, Jimin observó a su alrededor y sonrió. Para él, a pesar de estar lejos de casa y de no ir en busca de más lugares nuevos a los que ir, era una decisión que valía la pena mientras estuviera con T/N. La princesa sonrió por su sinceridad y observó que ellos habían llegado cerca al salón del rey. Aquel lugar parecía atraerlos, ya que no puede ir detrás de los dos.

Jimin notó la mirada de la princesa y ambos sonrieron para decidir entrar esa noche, aún si es que no había un motivo en especial para estar ahí. Ya no había guardias en la puerta, pero sí dentro en sus posiciones de siempre. Todo el ambiente era más silencioso de noche, el gran lugar lleno de la historia de la familia real en todos lados.

―Es difícil de describirlo ―vuelve a decir T/N en un tono bajo― pero, siendo honesta sobre mis sentimientos, nada va a tomar el lugar que tienen ellos en mi corazón.

―Sí, entiendo eso muy bien. Esa es una de las razones por las cuales te admiro mucho.

La manera en que él bajaba la voz para que solo ella lo escuche todavía era algo que desarmaba cualquier intento de T/N por permanecer seria. No podía evitar sonrojarse pero la falta de luz fuerte hacía que fuera imperceptible.

―Entonces entiendes por qué estaba tan asustada de hacer un mal movimiento o de decir algo mal. No puedo evitar preguntarme si esto es parte del trabajo.

Ella se detuvo frente al trono de sus padres, observándolo desde lejos. El príncipe siguió su mirada y entendió lo que quiso decir con eso.

― ¿Casarse? Pues... algo así. Esa es nuestra condena. No todo es fácil para todos y nuestra prueba es decidir qué es lo mejor para nosotros y para quienes debemos servir.

―Eso también lo hablé con Jungkook. Es parte de nuestra vida y de nuestro... destino, ¿verdad? ¿En qué crees tú? ―pregunta T/N, cruzando los brazos para observar a Jimin con atención.

―Yo creo que hay un lugar para todos ―responde él, perdiéndose en la mirada que ella le dedicaba―. Algunas cosas pueden cambiar y otras no, pero eso depende de cada uno. De verdad creo que tenemos el poder de elegir. Las circunstancias están dadas, esas pueden no seguir nuestras decisiones pero uno trata de hacer lo correcto. Yo pienso que podemos intentar seguir adelante, a menos que tus sentimientos te digan lo contrario.

―Mis sentimientos por ti no han desaparecido, si eso es lo que estás preguntando. Sin embargo, no sé qué es el amor todavía. No este tipo de amor. Estoy segura de que eres una de las personas más importantes en mi vida en este momento y mi amor por ti es especial, pero... no sé si se compara a lo que tú sientes.

Aquella respuesta lo hizo sonreír, en parte porque le gustaba que fuera más natural para ella hablar sobre lo que sentía por él sin estar tan nerviosa; aunque, por otro lado, su sinceridad demostraba una distinción que pudiera ser real como en sus tormentos más crueles o solo una preocupación que rondaba por la cabeza de ambos. En cualquier caso, sabía que solo podía hacer una sola cosa.

―No te preocupes ―dice Jimin, dándole una sonrisa alentadora y acariciando su mejilla delicadamente―. Trataré de ganarme tu corazón todos los días, esa fue mi promesa. ¿Recuerdas?

Un sonido a la distancia los distrajo, porque al otro lado del salón uno de los recuadros se desprendió sobre un aparador y a su vez derribó el jarrón de flores que estaba sobre este, haciéndolo caer para quedar hecho cristal roto en el piso. Todo se quedó en silencio, nadie se movió por un momento. Solo pudo haber sido un accidente, pensó Jimin.

Taehyung estuvo observando lo sucedido, así que salió al corredor en caso se tratara de alguien que no pudiera ver, pero no había señales de nada raro. No contento con eso, decidió ir en busca de Yoongi para intentar buscar un posible responsable del hecho, en caso no fuera un accidente y por si la princesa lo pedía. Pero en el camino encontró a Seokjin junto a Yoongi, sentados en el centro del jardín, bebiendo lo que parecía ser vino.


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Si dijera lo que significa eso, entonces sería demasiado obvio lo que sucede luego. ~M' ❤

Caminos entre deber y amor  •  [BTS FF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora