Caminos entre deber y amor • [BTS FF]

Capítulo 52

Después de la partida de Yoongi, el primer día, la princesa no salió de su habitación excepto para ver a su madre. Su única compañía era Taehyung, quien entraba por momentos para compartir su tiempo con ella aunque no hablaran mucho ni de cosas importantes.

Su tristeza no necesitaba explicación. Yoongi ya había dejado de ser solo uno más en el palacio, haciendo que su decisión doliera más de lo que parecía en el exterior. Por eso, ella se permitió sentir todo aquello sin preocuparse de cualquier otra cosa ese día. T/N sabía que en algún momento, si es que la situación seguía igual, todo pasaría. El dolor se iría y poco a poco estaría bien otra vez, por más raro que parecía imaginarlo.

El segundo día, Seokjin decidió buscar a la princesa por su cuenta, luego de escuchar lo que había ocurrido. Taehyung había compartido el secreto que guardó hasta que fue imposible seguir haciéndolo, gracias a las insistencias de Seokjin. No fue ideal, pero lo mantuvieron a salvo entre los dos.

― ¿Puedes darnos un momento a solas? ―pregunta a Taehyung, esa mañana en la puerta de la habitación de la princesa.

―No necesitas pedir permiso.

Sus palabras lo hicieron recordar a Namjoon, quien le dijo lo mismo hace años atrás y de seguro más de una vez desde entonces. Así que entró, encontrando a T/N descansando en su cama. Estaba despierta, aunque su expresión era la que esperaba.

―No vine a preguntarte qué fue lo que ocurrió entre los dos ―dice él, sentándose a su lado―. Y tampoco es necesario que me expliques nada sobre los últimos días. Lo único que sé es que necesitas de mi apoyo más que otra cosa en este momento.

―Lamento no decírtelo antes. Se suponía que nadie lo sabría, y aun así pareciera que cualquiera puede adivinarlo solo por lo que ocurrió después.

Ella suspiró, desviando la mirada hacia el otro lado de la habitación. No sabía si hablar de ello era igual o más triste que guardárselo para ella misma.

― ¿Desde cuándo bajé tanto mi guardia? ―pregunta ella, continuando la evaluación de lo que sucedía en su cabeza―. Solo para que me traicionen como si no fuera nada.

―Si no quieres hablar de ello, está bien. Pero... si es así, también está bien. No seas tan dura contigo misma, nada de esto es tu culpa.

―Fue mi culpa poner mis expectativas altas. Creí que... ―responde T/N, sintiendo el nudo en la garganta que volvía otra vez―. Resultó todo lo opuesto a como esperé que sea mi regreso. Ahora soy yo quien sufre por una pérdida más, una que no soporto seguir reprimiendo. De lo contrario, mi imagen se verá más todavía más frágil de lo que ya era.

Después de pensar en todos los comentarios que pudo oír de parte de las personas en el reino, pudo concluir varias cosas. Entre ellas, la idea de que de ella necesitaba de mucho apoyo después de la muerte de su padre. No es que lo negara, pero si supieran lo demás que pesaba en su corazón, de seguro reafirmaría dicha idea; que era débil.

Y no se equivocaban, porque así se sentía. Vulnerable, todavía muy frágil.

―Por suerte, soy yo quien está escuchando ―dice Jin, tratando de animar a la princesa y a sí mismo―, nadie más. Puedes decirme cualquier cosa, porque así siempre ha sido. Eres muy fuerte, T/N, no lo olvides. Es normal estar decepcionado, no te sientas culpable por mostrar tus sentimientos. Nunca es demasiado egoísta sentir algo por otra persona, a pesar de las circunstancias que sucedan alrededor.

―Para mí es más como si fuera demasiado. Mucho dolor que regresa, justo cuando pensé haber ganado de vuelta mi felicidad.

Más que extrañar su vida sin preocupaciones, antes de la sucesión inclusive, ella extrañaba cómo se sintió aquel día que pasó con Yoongi. No pudo pedir algo más maravilloso ni fascinante que eso. Sus ojos se llenaron de lágrimas, recordando que solo podía pensar en ello y tratar de aceptar que nunca iba a durar para siempre.