Capítulo 25

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Aún sin verlo, Taehyung sentía los pasos de Yoongi a su lado mientras recorrían el palacio por los lugares menos concurridos. La noche era el escenario perfecto para que nadie sospeche nada, pero lo ponía nervioso al no conocer del todo a este hechicero.

Sus palabras habían sido tranquilizantes, porque no todo el peso se encontró en los hombros del guardaespaldas sino que siempre tuvo una ayuda escondida. Ahora lo sabía, cosa que lo hacía sentir más confiado en su deber.

― ¿Sabías quién era yo? ―pregunta Taehyung, debido a la curiosidad que no podía esconder.

―Sí.

― ¿Sabías mi nombre?

―Sí.

―Fascinante.

El hecho de que Yoongi era invisible a los ojos del mundo era bueno porque no tenía la paciencia para lidiar con nada ni nadie en ese momento. Todo lo que quería era ir a casa y acompañar a su mentor.

― ¿Sabías de Jimin?

―Haces muchas preguntas.

―Lo siento, es que me parece muy impresionante lo que acaba de pasar. Pero yo no creo que estés mintiendo, te creo por haberme avisado ese día. Gracias por hacerlo, no me imagino qué hubiera pasado de no llegar a tiempo.

―Perderías tu trabajo.

―No. Eso es lo de menos. De verdad me importa que T/N esté bien, el solo pensar que ella no estaría aquí es algo que no quisiera vivir.

Por más que quería pasar por alto todo lo que sabía de la princesa, Yoongi podía entender por qué T/N y su guardaespaldas eran tan unidos. Reconocía en Taehyung un verdadero soporte, alguien que podía hacerle ver el lado positivo a cualquier situación y encontrar una solución ante los problemas.

Antes de irse, solo podía querer lo mismo que él. Que T/N esté bien.

―Deberías hablar con ella ―dice Yoongi, cerca de las puertas del palacio―. No ha tomado bien lo que dije.

―Pero tuviste razón.

―La última palabra no es mía.

Después de eso, se alejó de su acompañante para buscar el lugar por donde entró.

Con lo último en mente, Taehyung regresó rápidamente a la habitación de la princesa para comprobar su estado de ánimo. Pero lo que encontró no sirvió para darle tranquilidad todavía. La princesa estaba donde la dejó, sentada en su cama con los ojos llorosos. Si bien no eran lágrimas de tristeza, no era menos importante.

― ¿Qué sucede? ―pregunta él, yendo a su lado―. Deja de estar tanto tiempo pensando y dime lo que te angustia. No eres feliz cuando te encuentras sola.

―Estoy tan frustrada, Taehyung. No sé qué ocurre o por qué pasan estas cosas. Yo solo quería disfrutar de un momento importante en mi vida y todo parece ser incorrecto. No sé qué sucede.

―No me imagino lo que debes sentir, pero nunca dejaré de escucharte cada vez que lo necesites. Sé que no soy Namjoon, ojalá él estuviera aquí contigo, pero intento ser lo más parecido a él.

―Eres diferente pero por eso especial, Taehyung ―sonríe la princesa, a pesar de sus lágrimas―. Quería hablarte de esto antes, pero no tenía en claro nada.

― ¿Es por Jimin? Créeme, mi lealtad está contigo aunque él tenga mi respeto. Puedes decirme lo que sea, no traicionaré tu confianza.

―Quizá fue muy pronto decirle que sí. Solo sé que algo no se siente bien. Y ahora esto.

Caminos entre deber y amor  •  [BTS FF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora