Tal y como habían avisado a Namjoon, en la biblioteca ya estaban esperando el rey y la reina a su única hija. Al verlos, T/N se regocija por el reencuentro aunque se hayan visto el día anterior para darle la noticia que le alegró tanto la noche como para no poder dormir temprano. No lo sabía, pero esperaba que sus padres vieran lo lista que se sentía para asumir su rol y las responsabilidades que conlleva eso.
―Cariño, estás hermosa hoy ―dice la reina, exclamando con los brazos abiertos para recibir a la princesa―. Cada día me sorprendes más con tu belleza. Pareciera que solo eras una niña hace unos días.
―Ya basta ―sonríe T/N, avergonzada por cómo la tratan, pero alegre de que pueda tenerlos juntos―, no es para tanto. ¿Para qué me llamaron tan urgentemente?
―Bueno ―empieza a decir el rey, señalando un par de planos en el escritorio cercano―, quería enseñarte los proyectos que pensé que podrías supervisar de aquí en adelante. Quiero que escojas dos de ellos, el resto seguirán siendo mi responsabilidad. Serán un buen inicio para que veas lo que se necesita en cada caso.
A la princesa le brillan los ojos al escuchar aquella noticia. Namjoon observa todo desde lejos, pretendiendo no escuchar nada pero, en el fondo, se siente orgulloso de T/N por estar cada día más cerca de cumplir su sueño y asumir su deber como futura gobernante. Él también sabe que está más que lista para ser entrenada y regir, ante sus ojos no existe mejor heredero para gobernar el reino que ella. Su opinión es simple: ella solo necesita adquirir confianza para poder superar cualquier obstáculo en su camino.
―Creo que estos serán ideales, no quisiera acaparar más de lo que soy capaz todavía.
―De acuerdo, llévalos a tu despacho y mañana quiero un informe sobre cómo planeas hacerlos llevar a cabo.
―Está bien, entendido. Namjoon, ayúdame por favor.
Antes de terminar su frase, él ya estaba listo para ir hacia ella. Si bien no son para nada pesados, solo de gran tamaño, Namjoon disfruta en ayudar en todo lo que puede a T/N. Lo gentil que fue con él desde el primer día fue suficiente para ganarse su respeto y admiración, lo cual hacía natural su instinto de protegerla en todo momento. Tristemente, no lo podrá hacer por mucho tiempo más, pero está satisfecho por haber cumplido con su trabajo lo mejor que pudo en los años que han pasado. Piensa que, en comparación a lo que se viene para ella, no extrañará su presencia y, por eso, no le ha dado tanta importancia a su propio retiro.
―Nos vemos mañana entonces ―se despide T/N, con mucha energía todavía.
Sus padres sonríen y observan cómo su hija está tan decidida a empezar a adquirir más responsabilidades como lo estaba el año pasado. La constancia que ha tenido fue una de las razones que los hizo decidir empezar el proceso de sucesión.
Ambos esperan a quedarse solos de nuevo para continuar su conversación.
― ¿Cuándo se lo decimos? ―pregunta la reina, preocupada por la reacción que tendrá su hija pronto.
―Sería lo mejor hacerle saber mañana, aunque no veo apuros en quitarle la emoción todavía. Además, no porque hayamos concertado la visita del príncipe significa que terminará siendo algo definitivo. Solo estamos dándole un empujón, eso es todo. Excusas.
―Pero sabes qué dirá cuando lo sepa.
―Oh, claro. Al inicio será un problema para ella. Sin embargo, es lo que se necesita para ser reina y no puede ir contra la tradición. Estoy seguro que se le pasará. O el trabajo le hará olvidar y pasarlo a un segundo plano.
―Al final es su decisión.
―Por supuesto. Esto debería ser la prueba final para proseguir con la sucesión.
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Caminos entre deber y amor • [BTS FF]
FanfictionT/N necesita encontrar a alguien que reine a su lado, sin importar quién se interponga en el camino. Solo así se completará la sucesión. El problema es... saber cuál será la elección correcta. Sin querer, reflejó un debate sobre si existe algo como...