Caminos entre deber y amor • [BTS FF]

Capítulo 7

El último día de Namjoon junto a la princesa ha sido uno de los más ocupados que pueda recordar en mucho tiempo, sobre todo porque Taehyung ha estado a su lado escuchándolo atentamente y preguntando cada duda que se le pasaba por la mente. Por otro lado, la princesa ha estado preocupada por el informe que entregó a su padre y también por los vacíos que han aparecido donde antes tenía días llenos de trabajo.

Se supone que tenía que probar su capacidad de poder manejar la carga que pronto pasará a ser su responsabilidad, aunque sus padres quisieron darle el balance que necesita para no ahogarse con su deber principal. Para ellos, es todavía muy joven como para perderse lo mejor a su alcance.

En el palacio, los ánimos siguen por los cielos. Después de años, sucede algo nuevo que deja a la expectativa lo que sucederá en los próximos días. La visita del príncipe Jungkook da mucho de qué hablar, aunque pocas personas lo hayan visto aún. El joven príncipe está disfrutando su tiempo libre, recargando energía durante su estadía en el reino. De vez en cuando se pregunta cómo estarán las cosas en casa, como un hábito al no estar acostumbrado a dejar de lado sus obligaciones.

T/N sigue trabajando en los proyectos, revisando cada detalle que encuentra, pero necesita escuchar la opinión de sus padres primero. De lo contrario, está intentando buscar la solución sin tener una guía.

―Princesa, tus padres llaman ―dice Namjoon, abriendo la puerta del despacho seguido de su aprendiz por hoy.

― ¿A dónde tenemos que ir esta vez? ―pregunta ella, olvidando que también está presente el caballero Taehyung.

―El despacho del rey, más cerca que nunca.

T/N se alivia de escuchar eso y revisa una última vez lo que dejó incompleto para salir al encuentro de su padre. Taehyung observa atentamente y se da cuenta de que la princesa y su actual guardaespaldas tienen una estrecha relación, ya que han dejado los formalismos de lado. La imagen que se llevó de ella el día anterior ahora está más confusa, porque hay algo que no tiene sentido todavía. Con el tiempo, piensa él, sabrá leer mejor su carácter.

Ambos se quedan fuera del despacho, mientras la princesa entra rápidamente. Como dijo Namjoon, ahí está el rey rodeado de pilas de documentos sin revisar y trabajos pendientes. Sin embargo, su expresión se alivia al ver entrar a su hija.

―Buenos días, princesa.

―Buenos días, papá. ¿Cómo te sientes?

―Perfectamente bien, gracias por preocuparte. Déjame empezar por decirte lo mucho que me impresionó tu informe, los planes que has descrito son muy ingeniosos y veo que estás por el camino correcto. Si los sigues elaborando, podremos continuar con hacerlos cumplir poco a poco.

―Oh, gracias ―responde ella, recibiendo de vuelta su libro.

―Sí; además, quería hablarte de otro asunto importante sobre la sucesión.

El rey se pone de pie para estirarse y poder encontrar las palabras adecuadas para tocar el tema que tanto le ha costado expresar, al igual que a su esposa, la reina. Pero ya es hora de decirlo, mejor tarde que nunca.

―Quería recordarte que una de las condiciones para que la sucesión se complete es que necesariamente tú contraigas matrimonio antes de la coronación ―añade, todavía inseguro de lo que dirá la princesa, pero no lo demuestra.

―Lo sé ―responde ella―, solo pueden coronar un rey y una reina juntos para asegurar la longevidad del reino.

La expresión en el rostro de T/N es seria, aunque su padre la conoce demasiado bien como para notar un ligero problema. Está convenciéndose a sí misma todavía o eso pareciera. No puede saberlo con certeza, pero su emoción de los días anteriores ha cambiado por completo para convertirse en una determinación menos alegre.