Capítulo 47

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Una noche, Yoongi estaba practicando los hechizos que planeaba combinar con un objeto en su habitación. Los colores que en la noche eran perceptibles cuando de sus manos salían los hechizos, nunca se volvían aburridos; brillaban y evocaban formas acorde a la naturaleza del hechizo y de su propósito. Era como tener las estrellas para él mismo.

Cuando se concentraba en su magia, podía pasar horas y horas experimentando a su antojo, especialmente en la noche cuando tenía ideas que podía intentar. Eran ya pasada la medianoche cuando se sorprendió al escuchar alguien tocar a su puerta, distrayéndolo de lo que hacía.

Pensó que no sería nada importante aunque, juzgando por la hora, era un acontecimiento muy inusual. Su curiosidad pudo más y, apenas abrió la puerta, se quedó todavía más sorprendido de ver a la princesa T/N ahí.

―Lo siento si te desperté ―dice ella, ya que él no parece poder decir algo primero.

―No, no. No estaba dormido.

―Bueno, ¿puedo pasar? Quería hablar contigo sobre algo.

― ¿Dónde está tu guardaespaldas? ―preguntó él, todavía confundido y mirando a ambos extremos del corredor que yacía vacío.

―Se fue a dormir hace un rato. No pensé en venir tampoco, pero... es un poco importante.

―Oh, claro ―responde, abriendo más la puerta para invitarla a entrar.

La princesa se asomó pero todo el lugar estaba oscuro, haciendo que se detenga antes de poner un pie dentro. Le pareció extraño que, si Yoongi no había estado durmiendo, hubiera otra razón para que la habitación esté en oscuridad.

―Perdón ―dice él al darse cuenta de lo que ocurría―, no esperaba que viniera nadie esta noche ―añade, girando su muñeca rápidamente para hacer que la habitación se ilumine acogedoramente.

No solo eso había sido extraño para T/N, sino la actitud de Yoongi. Probablemente se debía a su presencia, pensó, ya que todavía era incómodo entre los dos de vez en cuando. Pero aun así entró y notó que la mesa que había visto aquella vez en el rincón de la habitación, ahora estaba en el centro y llena de objetos variados que se veían interesantes a primera vista.

Él dejó que T/N dé un vistazo alrededor, sin decir nada todavía. Su curiosidad por ver todo lo que había alrededor era casi demasiado tranquila, no era de las personas que temía por lo que no conocía en absoluto. Ni siquiera cuando le mostró su magia se asustó, recordó él.

―Entonces ―dice Yoongi, aclarándose la garganta―, ¿qué venías a decirme?

―Vine a preguntarte algo importante.

―Está bien, dime.

― ¿De verdad quieres quedarte aquí? ―pregunta ella, mirándolo de nuevo y cruzando los brazos para evitar la brisa helada de la noche que entraba por la puerta todavía abierta―. En el palacio.

―Bueno... Dejaré que tú decidas eso.

― ¿Qué? No. He venido a preguntarte a ti. Me quedaré con tu respuesta.

Antes de responder, él volvió a juntar sus labios. Iba a dar una respuesta inmediata, que sería insistir en lo que había dicho antes, pero eso era más que obvio que no resolvería nada, así que fue más directo.

― ¿Sabes qué? Ya que no quieres tener la última palabra, la tendré yo. Me quedaré.

― ¿En serio? ―dice la princesa, confundida por lo inesperado de su respuesta―. ¿Y cómo es que estás tan seguro de eso?

―Todavía no he terminado de ayudarte ―responde él con más confianza y sin pensarlo en absoluto―. Si recuerdo bien, tienes todo lo que hemos hablado en escrito pero... no estoy tan seguro de que sepas qué hacer con esa lista. Así que, aquí me tienes.

Caminos entre deber y amor  •  [BTS FF]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora