Durante el curso de la semana que se aproximaba, la reina asignó a la princesa planear los preparativos de la boda en vez de otro proyecto de la corona. Eso fue terriblemente decepcionante, pero también era un motivo para resolver sus conflictos personales en vez de fallar en su trabajo por no tener la mente clara.
Por ello, tenía un solo día para hablar con Jimin acerca de lo que había pasado por su mente sobre el compromiso. Prefería aclarar eso antes de empezar a planear todo, cosa que tampoco podía imaginarse haciendo todavía.
Era difícil encontrar el momento para tocar el tema de conversación, porque no faltaban más de una persona alrededor que estaba curiosa por cómo le iba a los recién comprometidos. En el palacio era difícil encontrar privacidad del todo, pero Jimin no parecía incómodo por la situación. Lo único que lo preocupaba era la sospecha que tenía acerca de que la princesa pudiera tener sentimientos encontrados acerca del compromiso. No podía decir exactamente qué lo hacía sospechar, pero la idea ya estaba en su mente.
― ¿Qué hacer cuando no sabes qué pieza mover? ―pregunta la princesa, en medio del juego de ajedrez que estaban empezando Jimin y ella.
―Arriesgarte a seguir el juego, mover una pieza a la vez hasta que ya sabes qué evitar para no perder.
―La última vez que jugué esto fue hace años atrás ―comenta T/N, moviendo una pieza sin darle mucho pensamiento―. Creí tener más tiempo libre conforme pasaron los años, pero sin duda la sucesión fue más de lo que pensé.
― ¿Qué pensaste que sería?
―Mi sueño ―sonríe ella para sí misma, recordando aquel plan que tenía cuando era más joven. Era más simple, nadie parecía ponerle obstáculos en el camino porque todo pertenecía a su imaginación. Hasta que la imaginación se volvió realidad y solo tuvo que adaptarse.
―Espero que aún lo sea ―dice él, ya que notó el cambio en su mirada luego de un momento.
―Lo es, claro que sí. Es solo que... no es tan fácil como parece.
―Me imagino que no lo es.
Por más que la princesa intentó no distraerse del juego, no podía concentrarse porque la presión sobre aclarar las cosas con Jimin se intensificaba con el paso de las horas. Solo tendría lo que restaba del día para decidir qué hacer y no creía poder esperar ni un momento más.
― ¿Qué hay de tu sucesión? ―pregunta ella finalmente―. ¿También eres heredero?
―Lo soy. O mejor dicho, lo era.
La pregunta de T/N fue una que Jimin no quería responder pero, al mismo tiempo, era cierto que hacer lo contrario ya lo había llevado a tener problemas en el pasado con ella.
― ¿A qué te refieres con eso?
―Por derecho de nacimiento, el trono me corresponde a mí. Pero cedí mi derecho temporalmente a mi hermano menor porque, a diferencia de mí, él se quería quedar en casa.
Ella esperó a que le príncipe continúe su respuesta en silencio pero él no dijo más, solo observaba el tablero de juego hasta que movió otra pieza. A pesar de temer que esto sea un problema entre ellos, Jimin levantó la mirada hacia su prometida con determinación a responder todo lo que quiera saber. Todas sus decisiones lo habían llevado a ese momento y no se arrepentía en lo absoluto, por más aterrador que fuera.
―Entonces... ¿renunciaste?
―No; en realidad, solo fue una formalidad debido a mi ausencia y en caso me suceda algo. Quería explorar el mundo, ver nuevos horizontes sin una barrera entre el mundo real y yo. Por eso he viajado sin decirle a muchas personas quién soy en realidad. De seguro no pasaría desapercibido de no hacerlo así.
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Caminos entre deber y amor • [BTS FF]
FanfictionT/N necesita encontrar a alguien que reine a su lado, sin importar quién se interponga en el camino. Solo así se completará la sucesión. El problema es... saber cuál será la elección correcta. Sin querer, reflejó un debate sobre si existe algo como...