Caminos entre deber y amor • [BTS FF]

Capítulo 51

Los recuerdos del mejor día de su vida se vieron reflejados en sus sueños, donde su felicidad no tenía un fin a la vista. Ella causó que su sonrisa no se desvaneciera en toda la noche, la perfecta excusa para olvidar todo. Lo mismo sucedió con la princesa, quien no podía creer que finalmente pudo experimentar la libertad y tranquilidad a pesar de todo lo que había ocurrido recientemente en su vida.

Sin embargo, cuando Yoongi abrió los ojos y se dio cuenta de que ya no estaba soñando en absoluto, sino que realmente eran recuerdos, se encontró increíblemente confundido.

Por un lado, se sentía feliz y agradecido. Por el otro, ansioso y pensativo. Llegó a la conclusión de que el único problema que tenía era el miedo que surgía en sí mismo al preguntarse cuál había sido su razón para actuar de esa manera con ella. Era amor, no podía ser otra cosa.

Lo más preocupante fue concebir esa idea, porque no se trataba de cualquier persona para él. T/N era no solo la única en su vida que importaba más que el resto, sino también la que más importaba en el reino en ese momento. Su futura reina.

Cuando se dejaba llevar por ese miedo, parecía que olvidaba que seguían unidos por una pieza de sus almas. La voz que siempre lo atormentaba no tomó reparos en manchar la felicidad que había sentido, porque lo primero que resaltó fueron sus diferencias cuando se miró al espejo. No solo en su cabello o las marcas en sus brazos, sino en todo lo demás que los separaba al uno del otro.

Después de tantos años llevándole la razón a esa lógica que venía a él en los peores momentos, su paciencia parecía terminar consigo mismo. Las limitaciones y expectativas que se ponía encima eran muy altas, porque no creyó poderlas cumplir todas. Por un momento, sintió todo aquello que T/N discutió alguna vez con él, sobre tener que dar todo de sí misma hasta quedar exhausta y que nunca llegue a ser suficiente para todos.

Si para ella ya era difícil, quien había sido educada desde su niñez para llevar a cabo su deber, solo podía esperar que fallaría inevitablemente, si continuaba ese camino junto a ella. Uno que ansiaba, porque ahora ya no podía imaginarse estar igual de distante después de besarla la noche anterior.

Quería ignorar todo y seguir lo que dictaba su ser interior, pero era demasiado difícil voltear la mirada a lo innegable. A diferencia de sus sueños, la realidad había puesto un fin a su tiempo a solas con ella, que acabaría cuando regresen al palacio, y Yoongi no hacía nada por aprovechar sus últimos momentos porque el futuro se lo impedía en su lugar. Estaba aterrado de enamorarse de ella, porque ya no podía retroceder el tiempo ni borrar lo sucedido de sus vidas. Nunca hubiera sido capaz de hacerlo, aun de haberlo sabido con anticipación en el pasado.

Dolía querer aceptarlo, porque no podía hacerse la idea por completo. Mientras volvía a empezar el círculo de sus ideas en su mente, todo era confuso otra vez y solo buscaba el consuelo de una sola persona.

Para cuando la princesa T/N despertó esa tarde, su primer pensamiento fue lo sucedido la noche anterior. No supo exactamente cuándo las cosas habían empezado a cambiar entre ambos, mucho menos lo importante que Yoongi se había convertido en su vida. Parecía que había sido en un abrir y cerrar de ojos; pero, cuando los cerraba y recordaba todo lo sucedido entre los dos, era más como si poco a poco hubiera crecido su cercanía sin prisa alguna. Como las flores que había estado cuidando en el jardín todo ese tiempo.

Seguía siendo inesperado, no obstante. Porque no quería malinterpretar ninguna acción o palabra, aunque no es que tuviera ninguna base de donde juzgar excepto la experiencia de la noche anterior.

Él parecía tranquilo, pensó. No dijo demasiado luego de que terminara la demostración del río, pero seguía feliz y afectuoso con solo sus gestos. Esperaron a que todos se fueran del puerto, para poder regresar y terminar de disfrutar de las celebraciones alrededor del río. La música se escuchaba incluso a la distancia, como si fuera una melodía de fondo que los acompañó de regreso mientras caminaban muy lentamente y hablaban de lo que significaba celebrar el inicio del verano.