Narra ___:
Había algo raro en su mirada, además su rostro estaba pálido, casi del mismo color de las paredes de la habitación. Fijo mi vista en mis zapatos y luego lo vuelvo a mirar directamente a los ojos pero él está mirando a otro lado.
-Te noto...distante, ¿Seguro qué no ha ocurrido nada? -le pregunto con una ceja arqueada
-No -se rasca la nuca y obliga a una sonrisa salir disparada en sus labios, una sonrisa que obviamente no me creo.
-¿Cuándo nos vamos? -me separo de su cuerpo y empiezo a andar hacia mi chaqueta, donde cojo mi móvil y lo desbloqueo.
Las llamadas de mi madre han sido miles (Quizás exagere un poco, pero fueron muchas) y ni si quiera me he acordado de ella hasta esta mañana, cuando he cogido el móvil y he visto todas esas llamadas perdidas de mi madre, un pinchazo en el pecho se hizo cargo de mí. Eso quiere decir que se está tomando esto en serio y que en por primera vez en la vida se está preocupando por mí y yo ni siquiera tengo la decencia de llamarla para decir que estoy bien. Quizás ahora sea yo la mala hija.
-Cuando me duche -dice Justin serio, arrastras los pies hasta el baño y me mira antes de cerrar la puerta detrás de él.
Su mirada me ha producido un escalofrío desagradable por toda la espina dorsal. Suspiro cansada y expulso el aire por la nariz. Hombres y su bipolaridad.
Decido marcar el número de mi madre y devolverle esas tantas llamadas. Pongo el móvil en mi oreja y me paseo por la habitación. Necesito tomar aire, no sé el porqué, pero la habitación me estaba agobiando demasiado. El sonido de la llamada suena, una y otra vez. A la cuarta vez la voz de mi madre inunda mi oído.
-¿____? -su voz suena preocupada.
-La misma -sonrío de lado y escucho un suspiro desde la otra línea del teléfono.
-¡Gracias a dios! ¿Estás bien? Creía que te había pasado algo.
-Estoy bien, solo que ayer con los hermanos de Justin se nos paso la hora, y su padre nos obligo a quedarnos a dormir porque decía que conducir en un viaje tan largo como era ese podría ser peligroso -le digo mientras me salto pequeños detalles de la historia.
-¿Largo viaje, pero dónde estás? -Ahora recuerdo que mi madre no tiene ni puñetera idea de donde estoy.
-En un pueblo cerca...-miento.
-¿Cómo de cerca? -pregunta mi madre que claramente, tonta no es.
-A unas cuatro horas.
-¿¡Cuatro horas!? -mi madre se sobresalta.
-Lo siento -me disculpo aunque niego con la cabeza cuando escucho mis propias palabras.
-Me tenías muy preocupada, al menos podrías haber llamado...
-Lo siento de veras, ya te contare mejor cuando vuelva ¿Vale? -digo mientras me muerdo el labio, estoy nerviosa y el nudo en el estómago no se me quita. Me tumbo en el pequeño sofá y pongo las piernas en el respalda por lo tanto mi cabeza junto con mi cabello cae hacia atrás.
-Vale, tampoco hace falta que me lo cuentes si no quieres...-se crea un espeso e incómodo silencio en la línea y me muerdo el labio con más fuerza que antes.- Bueno... ¿Y cuando volvéis? -Calculo más o menos lo que puede tardar Justin en ducharse.
-Dentro de unos diez o quince minutos saldremos del h...de la casa del señor Bieber -me corrijo- más cuatro horas de viaje.
-Te espero en casa -su voz suena un poco menos preocupada pero aún así la punzada en el pecho no se va.
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Será cuestión de tiempo
FanfictionElla no era la chica que él siempre soño Él no era el chico que ella imagino Ninguno de los dos tenía una vida perfecta Pero por algún azar del destino se volvieron Perfectos el uno para el otro.