NARRA JUSTIN:
Me estoy dando palmaditas en la espalda mentalmente. Bien Justin, quieres hacer las cosas bien con ____ y no se te ocurre algo mejor que ponerla celosa. Eres un genio. Esto me estaba comiendo por dentro. Nunca en mi vida me ha gustado estar peleado con alguien y más si es por una gilipollez como esta. Tampoco es tan malo lo que he hecho, solo me acerque demasiado a Keyla, pero solo fue eso, un acercamiento. No entiendo como se ha puesto así, si no somos nada. Ese “no somos nada” rebotó en mi cabeza haciendo eco a su paso. Hay muchas cosas que no entiendo de ella, como por ejemplo el porque de su frialdad o porque aleja a las personas de ella. Esta chica me estaba matando, necesitaba saber más de ella y os puedo asegurar con certeza que no iba a ser fácil de averiguarlo.
Abrí las puertas corredizas que daban al interior del comedor del instituto. Era grande, las paredes pintadas de blanco y cientos de mesas rojas dispersas por el sitio. Recorrí todo el sitio con mi mirada en busca de una única persona. Allí estaba sentada sola, en la única mesa que estaba apartada de todos nosotros. Estaba leyendo un libro mientras comía una manzana. Me quede embobado viéndola. Qué bonita estaba ignorando al mundo mientras leía. Me apresure a la barra para pedir mi almuerzo. Eligiendo un plato de macarrones con queso y una coca cola, cogí mi bandeja y me fui volando a la mesa donde estaba ____. Pero mis pies se pararon en seco cuando un chico alto, castaño con reflejos rubios y con una piel bronceada se sentó en la misma mesa que ella. Felicidades Justin, el karma es una perra.
NARRA ____:
No ¿En serio? Me niego a que muera ¿por qué? Este libro me trae loca en serio. Daba pequeños mordiscos a una manzana mientras lamía mis labios recogiendo todo su jugo. Era la hora del almuerzo pero no tenía mucha hambre por lo que elegí una manzana. Estaba tan metida en el libro que no me di cuenta de que un chico alto con ojos azules, se acercaba a mi sonriendo. Fruncí el ceño. Nunca lo he visto antes por el instituto.
-Hola -me sonrió en grande. Sus dientes blancos resaltaban gracias a su piel bronceada.
-¿Me hablas a mi? -pregunté algo confundida
-No veo a nadie más sentado en esta mesa -Me respondió acentuando más la sonrisa.
-oh -dije ilusa
-¿Me puedo sentar aquí?
-Claro claro -Dije incorporándome en mi asiento. Me fije en sus ojos, eran azules como el mar. Eran ojos penetrantes, pero no los podía comparar con los de Justin. El brillo que tenía Justin en los ojos ni los ojos más azules lo pue... ¡Ya, para de pensar en el!
-¿Cómo te llamas? -pregunto mientras se sentaba en la mesa
-____, ___ Thompson ¿y tú?
-Zac, Zac McCain -me sonrió con ternura
-Justin, Justin Bieber -Quite mi mirada de Zac y mire como Justin se sentaba justo en frente de mí, lo mire con toda la furia que pude reunir en ese momento- ¿Que hacen? -dijo mientras se llevaba a la boca unos pares de macarrones.
-Yo intentaba leer -suspire pesadamente.
-Yo soy nuevo -chocaron sus puños y yo rodé los ojos volviendo mi mirada de nuevo al libro. ¿Tan difícil era terminar el capítulo?- Creo que estoy en la misma clase que vosotros
-Entonces ¿Tú eres el que se atraso, no?
-Si, debería haber entrado el viernes pero perdí el vuelo y bueno aquí me tienes -se encogió de hombros.
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Será cuestión de tiempo
FanfictionElla no era la chica que él siempre soño Él no era el chico que ella imagino Ninguno de los dos tenía una vida perfecta Pero por algún azar del destino se volvieron Perfectos el uno para el otro.