Capítulo 11;

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NARRA JUSTIN:

-¿Y entonces te pillo viendo las fotos? -me preguntó Ryan con los ojos muy abiertos. Le estaba contando lo que me paso ayer. Necesitaba algo más, el más mínimo detalle. Ryan había estado mucho tiempo con ella en este instituto y si tenía que mover cielo y tierra para saber más, lo haría.

-hmm -asentí con la cabeza

-¿Y no te pego ni te grito?

-No, no me pego aunque si me pego unas cuentas de voces, yo también lo haría si un completo desconocido anda mirando mis fotos -me encogí de hombros.

-Realmente te has metido en su corazón -Dijo moviendo la cabeza hacia arriba y abajo con los ojos muy abiertos.

-¿Que cursilada es esa bro?

-No es ninguna cursilada, es la verdad -Ryan se quedo muy quieto en su silla- No conoces a ____ tanto como yo. Literalmente llevo toda mi vida con ella, fuimos al colegio juntos y luego nos volvimos a encontrar aquí. Sin embargo creo que he hablado con ella unas cuántas de veces y aún así se que no es la típica chica feliz que llama a otra para preguntarle sobre lo que se puede poner para salir de fiesta

-¿Siempre ha sido así?

-No, no desde siempre

-¿Fue por ese chico?

-Justin aunque haya pasado media vida con ella, solo se un poco más que tu -Bufe dejándome caer sobre el respaldo de mi asiento.

-Detrás de la foto había una dedicatoria con el nombre de Matt -Ryan se puso muy tenso, separando su espalda del respaldo.

-Si, ya me acuerdo, Matt. Como era joder -dijo para sí mismo, pensando mientras su mirada se clavaba en el suelo. -Matt Klein, si si, ese -Sonreí, rece a todos los dioses para que supiera algo sobre el chico y la relación que tenía con ____.

-¿Sabes algo sobre él? -le pregunté esperanzado

-Si, estaba en el equipo, era el capitán. A mí por ese tiempo no me interesaba mucho el equipo pero todo el mundo sabía quién era Matt. No sé cómo no me he acordado antes. Era el más popular del instituto pero aún así no se fijo en las animadoras que calientan las braguetas. Se fijo en...

-____ -finalice la frase que Ryan iba a decir. La curiosidad latía en mis venas, las ganas infinitas de saber más me estaban volviendo loco.-No sé mucho sobre su relación, lo poco que se es por las chicas que se morían de ganas de meterse en los pantalones de Matt. Todo parecía ir perfecto hasta un día

-¿Qué paso? -mi corazón golpeando bajo mi pecho.

-No lo sé, solo sé que desde ese día no se volvieron a dirigir una simple palabra, desde ese día ___ fue otra chica. La chica fría que es ahora.

 

Mi corazón se congelo, la boca se me había secado tanto que daría cualquier cosa por un vaso de agua. El timbre sonó dejándome con la palabra en la boca. Ryan se levanto de un salto sin esperar a que yo le dijera una simple palabra para retenerle.

-Amo cuando faltan los profesores, te tocas las pelotas sin que nadie te las toque -Soltó una leve carcajada y yo negué con la cabeza sonriendo.

Choque mis puños con él y dijo un leve “adiós bro” y salió pitando hacía el comedor. Era ya última hora solo quedaba la hora de comer y eras libre. Encima viernes, sentía una paz interior ¿Nunca os ha pasado? ¿Qué es viernes y sientes algo en el estomago, como euforia? Porque a mi sí. Aunque dejando de lado ese sentimiento también tenía el caso de ___. Hemos hablado muy poco esta mañana solo hola y adiós con sonrisas tímidas cuando nos cruzábamos en los pasillos. Ninguno de los dos se ha animado a entablar una conversación decente. Cada dos por tres me pillaba mirándola en las clases pero ella solo apartaba la mirada y se concentraba de nuevo en lo que estaba diciendo el profesor. Cuando salí de mi ensueño casi todo el mundo se había ido incluido ___. Cogí mis cosas y me encamine hacía el comedor. Abrí las puertas que daban al interior del comedor y me acerque hasta la barra, eligiendo un plato de pizza. Por lo visto, los viernes siempre había pizza en el comedor por eso todos salieron tan deprisa de la clase. Cogí mi bandeja y mire a mí alrededor buscando la mesa donde estaba sentada ___ el otro día. Hay estaba de nuevo con la manzana en una mano y con la mirada perdida en el suelo. Me acerque hasta ella, levantaba todas las miradas de las chicas. Me sonreían esperando que yo les dijera algún piropo.

Será cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora