Capítulo 3;

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NARRA ___:

 

Era domingo por la noche, estaba tumbada en el sofá viendo un programa aburrido en la tele. Miraba cada cinco minutos el móvil por si Justin me había mandado un mensaje pero desde que lo deje ayer por la mañana en la heladería no he vuelto a saber de él. No he conseguido quitármelo de la cabeza ni un solo segundo. Miré el reloj, era tarde, mañana había instituto y lo vería. “Vamos ___ deja de pensar en el, tú no eres así” Me dolía bastante la cabeza y estaba cansada a sí que me levante y me fui a mi habitación. Era uno de esos días en los que tienes los pies en el suelo pero la cabeza sabe dios donde. Llegué a mi habitación y me lance, literalmente a la cama. Solo quería quitarme a Justin de la cabeza. Siempre me pasa lo mismo, me ilusiono de tal manera que acabo débil. Odio necesitar a alguien eso me hace sentir vulnerable, como desnuda. Cerré mis ojos, deseando solo olvidar, desconectarme. Mi madre se ha tirado todo el fin de semana fuera de casa ¿dónde? No lo sé. No sé si está bien o está mal, o con quien está. “Ya está deja de pensar” y caí en un sueño absoluto.

NARRA JUSTIN:

 

“Por favor, dios, que se vallan ya...” rece por décima vez esta noche. Mi madre había invitado a los vecinos que tenían una hija un poco peculiar, gilipollas, vaya... Mi madre los había invitado a almorzar y eran las once de la noche. La hija se llamaba Keyla era rubia, alta y tenía un buen cuerpo para que mentir, pero era gilipollas y ha estado todo el puto día dando por culo. Estaba coqueteando conmigo todo el tiempo, me agarraba la mano y lo peor de todo es que parece un payaso ¿Esta chica no se mira al espejo antes de salir de su casa? Llevaba un día de perros, aguantando a está y encima no me he podido quitar a ___ de mi puta cabeza. No la he visto desde ayer y realmente me estoy muriendo de ganas de verla, estoy deseando que sea mañana. ¡Mierda! Ayer le dije que la llamaría, con la gilipollas está aquí al lado diciendo tonterías es imposible acordarse de algo. Quizás este cabreada o ni se halla acordado de mí en todo el día. Dios, estoy cansado, quiero que se vayan ya

-Mama, estoy cansado ¿me puedo ir a mi habitación? -le pregunté esperanzado

-Keyla, tu también deberías irte a casa ¿Qué tal si te acompaña Justin a casa? -Dijo su padre, espera ¡¿Cómo?! ¡Pero si la casa está enfrente!

-Realmente estoy cans...-Mi madre me fulmino con la mirada y lo entendí todo perfectamente- Claro, vamos Keyla -dije de mala gana.

Keyla pego un salto de su silla con una estúpida sonrisa y corrió a la puerta de entrada “Que pena de chica...” pensé rondando mis ojos e instintivamente pensé en ___ cuando la vi rodar sus ojos por primera vez, todo me recordaba a ella. Abrí la puerta y como buen hombre que soy, deje pasar antes a Keyla. Cruzamos la calle y ¡tachan! Ya estábamos en su casa, una pérdida de tiempo.

-Muchas gracias por acompañarme Justin -Dijo haciéndose un rulo en el dedo con su pelo largo rubio.

-No hay de que Keyla, mañana te veré en clases, adiós -Si, por desgracia estaba en mi clase este año. Me di la vuelta y comencé a caminar pero me detuvo dándome un abrazo por detrás, sentí asco.

-Oye Justin ¿No te apetece entrar?

-No -dije frío y separe bruscamente sus brazos de mí -Adiós Keyla-no mire atrás pero me hubiera encantado ver su cara en ese momento. Es una de esas chicas que creen que lo único que queremos los hombres es un buen polvo, pero se ha equivocado de tío.

Entre en mi casa hiendo directamente a mi habitación, sin despedirme de nadie. Me di una ducha y me puse el pijama. Me tumbe en mi cama, mi cama, mi querida cama. Me dormí realmente rápido, pero no antes de pensar en ___.

Será cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora