Narra ____:
Mis piernas estaban adormiladas por estar más de tres horas en la misma posición. Mis nervios se acumulaban en mi mandíbula y de mantenerla apretada me dolía todo el recorrido de esta. Me estaba empezando a cansar y mi mente buscaba los pros y contras de este viaje, y lo único bueno que había era estar pegada a la espalda de Justin como una segunda piel. Me gustaba sentir sus abdominales debajo de las yemas de mis dedos. También me gustaba sentir los escalofríos que recorrían el cuerpo de Justin cuando lo acariciaba por debajo de su sudadera. Pero lo que más me gustaba era sentir esas corrientes eléctricas imaginarias que nos rodeaban a ambos.
-¿Estás cansada? -me grito Justin a través del aire que nos daba de frente.
-¡Sí! -Conteste con mi voz cansada.
Vi como Justin se desvió del carril en el que íbamos y se cruzó al otro. Minutos después deslizó la moto a unos aparcamientos que estaban a la derecha de la carretera en la que estábamos. Humedecí mis labios resecos mientras Justin estacionaba la moto en un sitio libre. En segundos el motor de la moto dejo de rugir y mis oídos lo agradecieron como nunca. Justin se quitó el casco y me miró por encima de su hombro.
-¿Estás bien? -me pregunto con una cálida mirada.
Asentí débilmente y me quité el casco. Sacudí mi cabeza y me peiné como pude el pelo rebelde que me había dejado el casco. Pude ver la sonrisa de Justin que bailaba en sus labios.
-¿Desde cuándo ____ Thompson se preocupa por no tener el pelo despeinado? -se bajo de la moto y su risa resonó por el aire hasta perderse. Yo lo miré con una ceja levantada y con cara de poco amigos mientras él me ofrecía su mano como ayuda. Pero lo ignoré. Bajando yo sola de la moto. Cuando estuve en frente de él, le di con el casco en el estomago y el gruño por lo bajo pero sin quitar su estúpida sonrisa de sus estúpidos y preciosos labios. Esos labios que no son de este mundo, tan suaves, carnosos, sonrosados... ¡Basta!
-Desde que no quiero que me confundan con un león salvaje. -digo seria.
Echo a andar yo sola sin preocuparme de si Justin me sigue o no. No estoy enfadada pero sí que le guardo un poco de recelo por las palabras de antes. No por él, si no por mí. No sé explicar el sentimiento pero es como si él me estuviera cambiando y eso no me gusta. Porque es verdad lo que él me había dicho, la ____ de antes no se hubiera preocupado de sí tenía bien el pelo o no. Además de que una gran parte de mí lo hacía para él, no por mi sentido de belleza propio. Pero bueno, la verdad ofende y hay que vivir con ello.
-¿Estás enfadada? -Justin me saca de mi tren de pensamientos y lo miró con cara de tonta.
-Eh...no -Digo mientras las palabras en mi boca se resisten a salir.
-¿Segura? Yo no quería decir...-pero le cortó y decido ignorar la parte de mí que necesita escuchar su disculpa. Porque sé que realmente no me ha hecho nada para que se tenga que disculpar. El problema soy yo, no él.
-Estoy segura Justin -le sonrío. La sonrisa más falsa que he puesto desde que lo conocí. Y parece que lo ha notado, porque adentra una de sus manos por mi cazadora y me agarra de la cintura pegándome más a su cuerpo.
La calidez de su mano en mi cintura me hace sonreír como una verdadera idiota. Sus dedos me hacen cosquillas al rozar su piel con mi camiseta. Mi piel quemaba cada vez que sentía sus dedos acariciar la tela, mi piel necesitaba sentir la suya mientras que sus dedos bailan en esta.
-Me gusta mucho esta cazadora ¿Sabes? -me susurra en el oído. Yo intento esconder mi sonrisa de triunfo.
Llegamos a la puerta del local y Justin me la habré como todo un caballero. Me río por el pensamiento y la risa de él me acompaña. Cuando estamos dentro, todos las personas (o más bien, todos los hombres) que había esparcidos por el local se volvieron a mirarnos (o más bien a mirarme). Sentía todas las miradas en mí y en mi cuerpo. Noté como Justin y su risa se ahogaba al darse cuenta de todo lo que estaba pasando alrededor. Era un local donde solo había hombres, no se podía esperar más de un local que está en medio de una carretera abandonada del mundo. Supuse que todos eran camioneros, por sus pintas y por todos los camiones que había en el aparcamiento. Notó como Justin se tensa de pies a cabeza a mi lado.
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Será cuestión de tiempo
FanfictionElla no era la chica que él siempre soño Él no era el chico que ella imagino Ninguno de los dos tenía una vida perfecta Pero por algún azar del destino se volvieron Perfectos el uno para el otro.