Será cuestión de tiempo

Capítulo 35;

Narra Justin:

¿Nunca os ha pasado que tenéis una sonrisa en la cara solo para complacer a los demás? Pues eso me pasa ahora mismo. Odio que la gente se sienta mal por mi culpa o que me regalen su lastima, por eso he cambiado rotundamente delante de ____. Sé que no debería haber venido a su casa si no quería esas cosas por su parte pero yo solo necesitaba salir de mi casa. Salí y mis pies me guiaron hasta aquí. Solo quería salir de allí, no venir aquí. Juro que ahora mismo siento que el mundo se viene abajo, no puedo estar separado de mis hermanos. Es imposible que yo pueda vivir sabiendo que ellos están a miles de kilómetros de mí. Odio a mi padre tanto por lo que nos está haciendo que no me importaría agarrarlo por el cuello y dejar que sufra un rato.

-Deberías dormir un rato

Dijo ella a mi lado. Por segundos me olvido que está a mi lado pero entonces habla y me saca del tren de mis pensamientos. Es gracioso, porque pensando y pensando me doy cuenta de que ya no he soltado ninguna lágrima más. Antes lloraba con gotas que caían de mis ojos. Ahora lloro con sentimientos. La miró y le sonrió falsamente. No creo que se haya tragado mi sonrisa pero ahora mismo no me importa nada.

-En 2 semanas es el juicio. -Mi padre ha tomado mano de sus abogados, si mi madre se niega a compartir la custodia de los pequeños.

-Deja de pensar en eso, solo te haces daño a ti mismo -Ella suspira y da un leve apretón a mi mano. Me sorprendo por su atrevimiento ya que ella nunca hace estos tipos de afectos. ¿Tan mal me veo?

-Deberías dormir -Vuelve a decir.

-Después de todo lo que ha pasado...Va a ser complicado.

-Bueno, pues tienes que intentarlo -sonríe y se levanta con un movimiento ágil de la cama y mi subconsciente reacciona y coge su muñeca al vuelo. Todos sus músculos se tensan bajo mi agarre. Ella gira la cabeza poco a poco con sus deseables labios entreabiertos. Y parece que estoy aquí, pero no. Y parece que tengo los pies en el suelo, pero los tengo más arriba que nunca. Y parece que soy consciente de lo que hago, pero creo que mi cordura ha desaparecido. Sus ojos buscan los míos, y yo busco los de ella. Y ambos ojos se sostienen. Y vuelve a ocurrir eso que no se explicar, esa explosión, esos fuegos artificiales...No se describir, y no miento, lo que siento por ella. No estoy seguro de estar enamorado pero es que cuando me mira con esos ojos intensos...cuando me mira con sus enormes ojos me tiembla el mundo. Tiro de su mano y cae sentada de lado a la cama, finge un jadeo y yo le sonrío. Porque quiero dormir con ella, en el sentido más inocente de la frase.

-Duerme conmigo

-Justin y-yo...

-Por favor

Y cae, y no se puede resistir a la química que hay entre los dos. No se puede resistir a la petición de su piel que ansía la mía. No se puede resistir a las mariposas de su estomago que rebotan unas contra las otras. No se puede resistir al hecho de que siente algo por mí. No se puede resistir a esas chispas que echan nuestros ojos cuando se conectan... ¿Qué cómo lo sé? Fácil, yo siento lo mismo que ella.

Ella posa su cabeza en la mullida almohada y se deja llevar por un suspiro. La agarro y la pongo más cerca de mi cuerpo. De nuevo siento esa electricidad que se lanzan nuestras pieles. La miro a los ojos y ella hace lo mismo. Me hundo en sus pupilas y me sonríe. Su sonrisa me derrite. Le acarició el cabello que cae libre a su lado. Es tan preciosa...y quiero darle un beso de buenas noches.

-¿Puedo? -Digo acercándome a sus labios, miro sus ojos y ella asiente levemente. Uno sus labios con los míos. Sus dulces labios. Y la beso un poco salvaje, pero al fin y al cabo nuestros labios se rozan con suavidad. Acarició su mejilla con mi pulgar y siento como ella sonríe en mis labios. Me separó y no la miro a los ojos, los mantengo cerrados mientras nuestras narices se rozan. Quiero apagar la luz y rodearla con mis brazos. Quiero oírla respirar.

-Buenas noches muñeca -digo y me doy la vuelta para darle al interruptor de la luz. Todo se vuelve oscuro y vulnerable. La cojo de la cintura y la pego más a mí. La rodeo con mis brazos y ella descansa su cabeza en mi pecho.

Silencio.

Y por fin escucho su respiración acariciar mis tímpanos. Quiero compartir el mismo calor a medida que avanza la noche ante nosotros. Quiero ser lo último que ha visto antes de cerrar los ojos y lo primero que ve cuando los abre. Quiero empezar los días y acabar las noches diciéndole lo mucho que la quiero. ¿La quiero?

-Te quiero -susurro.

-Y yo -escucho en respuesta.

Mentiría si no dijera que no estoy un poco asustado. Querer es complicado. Querer es difícil. Querer es como una palabra subida de tono, una palabra brusca y despreciable en sus labios. Yo la quiero para mí, eso es cierto, y podría continuar todo una eternidad explicando el porqué pero en su caso, solo puedo decir que me gustas ____, me gustas como para dejar atrás mi pasado.