Capítulo 4;

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NARRA ___:

 

“Oh dios, no por favor, para” murmuré mientras pegaba al despertador para que se callara. Abrí mis ojos lentamente para que se acostumbraran a la luz que entraba por mi ventana. No tengo ganas de ir al instituto, para nada y menos ganas tengo de verlo a él. “No mientas, estas deseando verlo” se burlo mi subconsciente. Me levante caminando hacía la ducha. Después de media hora salí del baño como nueva y algo más despierta. Al pasar vi mi reflejo en el espejo y me asusté, estoy más delgada, apenas como. Nunca hay nada de comer en el frigorífico, mi madre no se digna a comprar ni comida. Abro mi armario y me decido por unos pantalones rojos y una camiseta blanca.

Me lo pongo, me pinto un poco, solo rímel y me delineo un poco los ojos con lápiz. Me miré por última vez en el espejo y me vuelvo hacía las escaleras, pero antes me paso por la habitación de mi madre. Abro la puerta poco a poco, con cuidado de no hacer mucho ruido. Ahí está, dormida con la ropa puesta. Suspiró. ¿Por qué no podía ser una chica normal y con una familia decente? ¿Tan difícil era? Bajo las escaleras en busca de algo que comer, realmente estaba muy hambrienta. Di gracias a dios por encontrar una caja de cereales y un poco de leche. Desayuné, cogí mis cosas y me fui derecha al instituto.

NARRA JUSTIN:

 

-Lo siento -me dijo un chico alto moreno. Aquí están todos locos, todos pasan y te empujan por el pasillo. Yo buscaba a ___ con los ojos pero no la he encontrado aún, tengo muchas ganas de verla de saber como esta. Abandone mi busca y fui hacía mi clase esperando verla allí sentada al final en una mesa apartada de todos pero no hubo suerte. Todas las chicas al entrar me miraron y me sonrieron, les sonreí de vuelta.

-¡Justin! -gritó una y por la mayor de mis desgracias fue Keyla -¡Ven!

Me acerque hasta ella mientras levantaba risas y murmullos de las otras chicas al andar.

-Hola -dije seco

-¿Por qué no te sientas a mi lado? -Sonrió dulce

-No, prefiero sentarme con ___ como el otro día -me encogí de hombros

-¿Con la rara? Pero si es...- busco la palabra correcta- rara

-Y tu gilipollas -dije tan bajo como pude

-¿Qué? -En ese jodido momento la vi entrar por la puerta, estaba preciosa. Unos pantalones que la favorecían mucho y una camiseta blanca que resaltaba su bronceado. ¿Cómo le iría con su amigo? Quizás sea esta mi venganza. Apoye ambas manos en la silla de Keyla agachándome un poco para tenerla cara a cara. Me acerque un poco más a Keyla y le susurre en el oído un “Hoy estas muy guapa” ella rió como una estúpida.

NARRA __:

 

Nuestros ojos se cruzaron en una décima de segundo, estaba cara a cara con la gilipollas de Keyla. El se acercó a ella y le susurro algo en el oído y ella rió como lo que es, una idiota. Rodé los ojos. El estaba como siempre despeinado, con unos vaqueros y una camiseta que no le quedaban nada mal. Aparte mi vista de ellos dos y visualice toda la clase pero me senté al final como siempre hago. Odio estar con gente, llamarme rara o antisocial pero prefiero estar mil veces sola antes que mal acompañada. Me senté en la silla y saque mis libros de historia. Levante la vista y vi como Justin se acercaba a mi sonriendo, baje mi vista a los libro ignorándolo completamente.

-Hola preciosa -me dijo, será mierda

-Hola -dije seca, más que fría

-¿te pasa algo?- “Si, tu” pensé

-Nada -respondí

-Vaya hoy te has levantado con el pie izquierdo preciosa -dijo con su sonrisa de lado, lo fulmine con la mirada.

-No vuelvas a decirme preciosa ¿entendido?

Arrugo el ceño -Pero...-No lo deje terminar

-¿entendido?

-Oye, si estas cabreada con algo no lo pagues conmigo -levanto sus dos manos en defensa.

-¿Entonces por qué mierda no vas a darle por culo a Keyla o a cualquier otra moja bragas y me dejas a mí en paz? -El sonrió cómo si hubiera ganado algo a lo que gano una cara de confusión por mi parte.

-¿Celosa? -levanto una ceja

-Vete a la mierda -le escupí, conmigo no se juega. ¿Quién mierda se creía que era para ponerme celosa? "No sois nada" Se burló mi subconsciente.

El se quedo de pie, quieto. Por su cara estaría pensando algo que decirme pero en el momento que abrió la boca para decir algo, una voz lo callo. Quitándole el tiempo para hablar, la profesora entro pidiendo que todos se sentaran, Justin se sentó al lado de Keyla. “Suerte aguantando a la hueca de Keyla guapo” pensé. La Guerra civil, no había nada más interesante que eso. La clase paso lenta y aburrida, cada dos por tres pillaba a Justin mirándome pero yo hacía caso omiso de él bajando rápidamente la ojos hacía mi libro. Cuando tocó el timbre, cogí mis cosas y me largue de allí. Me volvía a sentir sola, estaba bien antes de que apareciera el estúpido de bieber. Pero ahora me vuelvo a sentir sola, vulnerable. Aunque pensándolo bien, me gusta estar sola o al menos me convencí a mí misma de que estoy mejor así.

Será cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora