NARRA JUSTIN:
¿Cómo he podido ser tan gilipollas? ¿Cómo no me he dado cuenta antes? Era evidente. Aleja a cualquier chico que se le acerque ignorándolo, haciendo que se frustre. Me senté en el borde de su cama y puse mis dos manos a cada lado de mi cabeza, reordenando todos mis pensamientos. Estaba claro, eso era lo que pasaba, el miedo se apodera de ella. ___ cree que ignorando a los chicos ellos se alejaran porque por desgracia hoy en día no nos gusta lo difícil pero se topo con Justin Bieber. Yo no me rindo. Soy muy cabezota y no paro de intentar algo hasta que lo consigo. Ese chico le tuvo que hacer mucho daño para que ahora tuviera miedo a enamorarse de nuevo. Debo saber más, necesito saber más sobre ese tema. ¿Se iría? ¿La engaño? ¿La dejo sola?
Esto me estaba matando por dentro, mi cabeza no dejaba de dar vueltas y vueltas a una única y simple persona, ___. ¿Qué estaría haciendo en el baño? ¿Llorar? Un hueco en el estomago se abrió de repente, haciendo que tuviera nauseas. Frote mis ojos con mis manos y volví a mirar a mi alrededor en busca de algo que no sabía que era. Una pista, una simple foto. Mis ojos cayeron en una pequeña caja marrón encima de una estantería de madera. Me levante de la cama de ___ haciendo fuerzas con mis manos al levantarme y me acerque poco a poco hasta la estantería. El corazón me latía fuerte dentro de mi pecho. En la caja podría haber cualquier cosa Justin, pulseras, anillos... las cosas normales que usan las chicas, que se yo. "___ no es una chica normal" me susurro mi subconsciente haciendo que la palpitación que tenía hacía esa caja fuera aún mayor. Alargue mi mano y agarre la caja entre mis dos manos. Mire hacia atrás para asegurarme que no había nadie, y por suerte no había rastro de ___. Por un lado me alegre pero por el otro...el hueco estaba presente de nuevo. Puse la caja encima de la mesita de noche y observe el cierre, no estaba cerrado con llave. Levante una parte del cierro y un suave "click" salió disparado. La adrenalina subía por toda mi espina dorsal junto con mis amigos los nervios. Sin más dilación abrí la caja. Fruncí el ceño, dentro de la caja había fotos, cientas. Perfecto. Nada mejor que recuerdos congelados e impresos en fotos. La primera foto que cogí entre mis dedos fue a una ___ de unos 2 o 3 años con dos coletas a cada lado de su cabeza, sus grandes ojos marrones miraban hacía un peluche que tenía rodeado con sus pequeños brazos. Una sonrisa tierna adornaba su hermoso rostro. Sonreí por todo la ternura que podía contener una foto de una niña pequeña. Empecé a mirar foto por foto. Había fotos de paisajes o animales que eran realmente buenas. También había fotos con chicas, en las fotos salían riendo, bailando o abrazándose. Todo eran pinchazos. Conocía a ___ de poco tiempo pero sabía perfectamente que su vida ahora no es como era en las fotos. Seguí rebuscando entre las fotos intentando apagar mi tan odiada curiosidad. Había fotos con una mujer más mayor que ella, supongo que será su madre. Lo extraño era que no había ni una simple foto de su padre, haber tampoco lo conocía para saber quién es pero no había ni rastro de un hombre en aquellas fotos. Ella me dijo que su padre se había olvidado de que tenía una hija pero ¿A qué edad se olvido de ella? ¿Cómo puede hacer un padre tal cosa? Todo eran dudas y más dudas. Pero todas se fueron en el momento que vi una foto, una jodida foto de un chico con ___. El sonreía a la cámara mientras que ___ lo miraba con pura adoración. El primer chico que aparecía en esas fotos. El hecho de ver a ___ con otro chico hizo que los celos salieran a flote a través de mi piel. El chico era moreno con los ojos verdes. Era apuesto. Se veía un buen chico, alguien al que se le puede confiar cualquier secreto. El típico príncipe azul que querría cualquier chica. Pero a veces el príncipe se puede convertir en rana. Le di la vuelta a la foto y observe una frase que se encerró en mi mente con tan solo leerla.
"Porque en medio de mis errores, mi acierto fuiste tú. Matt"
Matt, era él. El culpable de todo.
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Será cuestión de tiempo
FanfictionElla no era la chica que él siempre soño Él no era el chico que ella imagino Ninguno de los dos tenía una vida perfecta Pero por algún azar del destino se volvieron Perfectos el uno para el otro.