Narra Justin:
Aparque delante de la casa de ____ y apague el motor haciendo que el ruido cesara. Me bajo de la moto y me apoyo en ella antes de mandarle un mensaje a ____ para decirle que ya estoy aquí. Suspiro y me masajeo el puente de la nariz. Ayer fue un día muy largo y la verdad es que me duele un poco la cabeza, pero no quiero molestar a nadie con mis tonterías. Además no quiero preocupar a ____.
Por cierto, ya sé porque el salvaje ese me atacó de aquel modo, el muy cabrón se había enterado de que estábamos saliendo y se puso celoso. ¿De qué? No lo sé. Si al final y al cabo quien la dejo escapar fue él. Eso me da a pensar que es un maldito controlador que se cree el ombligo del mundo. Pero lo advertiré la próxima vez que lo vea cerca mía o de ____, le diré que o nos deja en paz o le corto las pelotas. Él sabrá que es lo mejor para su futuro.
Entonces la puerta se abre, mi tren de pensamientos cesa y una sonrisa se dibuja en mis labios. ____ lleva un vestido blanco con unas sandalias marrones, su pelo cae como una cascada por sus hombros e irradia felicidad. ¡Veis, ya se me ha quitado hasta el dolor de cabeza!
Corre hacia mí y yo, por instinto, abro los brazos para que se adentre en mi pecho. Cuando llega hasta mí da un pequeño saltito y enreda sus manos en mi cuello y sus piernas en mi cintura, después de soltar una pequeña y adorable risa. ¡Lo qué me hace está chica!
Le beso su hombro desnudo y a ella le entra un escalofrío. Me mira a los ojos y pone sus pequeñas manos a cada lado de mi cara. Sus ojos brillan como nunca y su sonrisa es tan bonita que me la podría comer a besos en este mismo instante.
-Hola -susurra con una voz cantarina.
-¡Bendito sea el dios que te haya puesto así de feliz hoy! -le pincho y ella tiene que esconder su sonrisa para poner su fachada de chica dura.
De pronto pega sus labios a los míos y ambos los movemos al compás del otro. La agarro mejor por la cintura para sostenerla lo más cerca de mi posible y cuando se separa sus mejillas están ruborizadas.
-Pero no te pongas colorada -ella me da una pequeña bofetada en la cara, de broma. Y se baja. Gruño y gimo añorando su piel contra la mía.
-¿Vamos a la playa? Hoy me he puesto muy veraniega, así que, vamos a la playa. -Me río y le doy un beso en la frente.
-¿Entonces para que preguntas a donde vamos a ir? -ella frunce el ceño y luego se encoge de brazos.
Me vuelvo a reír y la agarro de las caderas. No sé qué pasa hoy, pero parece como si todo volviera a coger color, como si hubiera salido el arcoíris y hubiera acabado la tormenta.
-¿Delante o detrás? -Pregunta ella con un eje de confusión mientras apunta a la moto con su dedo.
Al instante en el que carcajeo como un niño pequeño se da cuenta del doble sentido que tenía esa frase y se pone el triple de colorada de lo que estaba antes. Me mira con cara de pocos amigos pero se le escapa una risa en su intento fallido.
-Cómo tú quieras, cariño -me agarro el estomago porque no puedo parar de reír y de ver su cara avergonzada.
-Me refería a la moto -se le escapa una risa y juguetea inquieta con sus dedos.
Cuando paro de reír, paso por su lado y me monto en la moto ágilmente. Ella pone su típico ceño fruncido.
-Hoy detrás, puede ser peligroso a luz del día, hay policías ¿Sabes? -le guiño el ojo y puedo notar como en su mirada cruza algo de tristeza.
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Será cuestión de tiempo
FanfictionElla no era la chica que él siempre soño Él no era el chico que ella imagino Ninguno de los dos tenía una vida perfecta Pero por algún azar del destino se volvieron Perfectos el uno para el otro.