Capítulo 7;

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NARRA ___:

 

Entre en la clase de música, está era la razón de porque los martes eran mis días preferidos. Aún no había llegado nadie. Me senté en una de las sillas del final. Saque de mi mochila el libro que estaba intentando leer ayer y me zambullí en la primera palabra que leí. Este libro engancha muchísimo, me podría tirar horas y horas leyendo que no me cansaría. El timbre me exalto haciendo que levantara la mirada del libro. Estaban todos menos Justin, gruñí por lo bajo ¿Este chico siempre llega tarde o qué? Cerré el libro metiéndolo de nuevo en la mochila y sacando a su vez los libros de música. Me entretení ojeando una páginas que me llamaron la atención.

 

-¡Hola! -levanté la cabeza esperando ver los ojos mieles de Justin, pero no. Era Zac

-Hola -puse mi típica sonrisa falsa de “Hola, venga, adiós”

-¿Está libre? -apunto el asiento de mi lado con una sonrisa de lado.

¡No! -Sí -Maldito Justin ¿Por qué mierda tenías que llegar tarde? Zac se sentó al lado mía dejando sus libros en la mesa y se volvió a mirarme de arriba abajo. Sentí la irresistible urgencia de rodar los ojos.

-Estás muy guapa -se lamió los labios. Mire hacia abajo viendo mis típicos jeans y mi camiseta azul marina de tirantas. No hay nada especial ___, tranquila.

-No es nada del otro mundo -Me encogí de hombros

-Pues para mí esa camiseta te queda muy -se mordió el labio mientras elegía la palabra correcta- caliente – ¡Ja!

-Creo que te has equivocado de chica, las que se abren de piernas fácilmente están por allí, de nada -dije señalando a las putas, se nota que el personaje este es nuevo, si. En ese momento se abrió la puerta dejando ver el pelo dorado de Justin. Algo se estaba haciendo cargo de mi cuerpo. Llevaba una camiseta básica blanca con unos vaqueros negros que le quedaban demasiado bien ¡Que delito! Su pecho subía y bajaba violentamente. Zac me estaba diciendo algo pero yo estaba demasiado ocupada. Mis ojos se encontraron con los suyos. Una conexión los unió como si fueran uno. Miró hacía mi lado rompiendo esa conexión. Su cara era todo un poema. Me volvió a mirar y me encogí de hombros a modo de disculpa  y el solo me dedicó una pequeña sonrisa.

NARRA JUSTIN:

Seriamente hablando, tenía que comprar un nuevo despertador. Empecé a recordar dónde me había dicho ___ que estaba la clase de música. Corrí hacía ella cuando el timbre sonó. Lo que menos me hace falta es que me llamen la atención por llegar tarde siempre. ¿Cuál era joder? Me tiré de las puntas de mi pelo para controlar mis nervios. Desde que era pequeño he tenido la costumbre esa cuando me sentía nervioso, zambullir mis dedos en mi cabello para luego tirar de las puntas. ¡2 Planta B4! Subí los escalones de dos en dos. Al llegar a la segunda planta empecé a caminar más despacio fijándome en los letreros que había en las pequeñas placas de las puertas. B1, B2, B3, B4 ¡Está es! Puse mi mano en el pomo y abrí la puerta. Sonreí y di gracias a dios porque aún no había empezado la clase. Pero mi sonrisa se borro cuando mi mirada cayó en la última mesa del final. Zac estaba sentado al lado de ____. La rabia se apodero de mí. ¿Quién mierda se creía este? Miré a ___, ella me estaba mirando a mí. Llevaba unos jeans ajustados y una camiseta de tirantas azul marina que le quedaba tremendamente bien ¡Que delito! Volví a mirar a Zac, le estaba diciendo algo pero ella estaba ignorándolo completamente. “Esa es mi chica” pensé. “Mi chica” Una, dos, tres veces rebotaron esas dos simples palabras en mi cabeza. Suena bien, mi chica, mía. Ella se encogió de hombros a modo de disculpa y yo solo pude mostrarle una pequeña sonrisa. Inspeccione el aula en busca de un asiento de un libre.

Será cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora