Capítulo 53;

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Narra ___:

 

Justin aparcó en frente de mi casa y mis brazos alrededor de su cintura empezaron aflojarse. El motor dejo de rugir y todo mi alrededor volvió a tener la misma velocidad de ejecución que siempre. Nuestras respiraciones tomaron el ritmo normal a la vez que lo hacían nuestros corazones.  De un brinco me baje de la moto y mis pies tocaron suelo firme. Me sacudí el polvo de los pantalones y lo miré desde el hombro. Él me estaba mirando con una dulce sonrisa y con sus iris mieles resaltando en sus ojos. Giré por completo y me planté frente a él. Sonreí como si la vida me fuera en ello y el imitó mis actos, enseñándome la sonrisa más bonita que le había visto hasta ahora.

-Gracias -murmuré bajito.

-Gracias a ti por venir -Justin se cruzó de brazos haciendo que los músculos de sus brazos se tensasen y se marcaran aún más en su camiseta. Oh, eso me hizo recordar que tenía su sudadera puesta.

-Siempre es un honor -contesté mientras que me quitaba de los hombros su sudadera, se la ofrecí y él me miró extrañado.

-Quédatela, de todas maneras te favorece más a ti -Gruñí en voz baja y rodé los ojos, él rió por mis actos.

-Cógela -le regañé y Justin negó con la cabeza.

-Para ti -carcajeó al ver mi cara de desesperación- Además amo verte con mi ropa puesta

Mis mejillas se tiñeron de un color más rojizo y agradecí mentalmente de que fuera de noche, eso permitió que Justin no me viera sonrojada. Justin volvió a carcajear al ver que yo bajé la cabeza avergonzada de sus palabras y me cogió de la cintura, pegándome a su pecho.

-Eres preciosa cuando te avergüenzas -carcajeó más fuerte y con más ganas.

-Y si no paras de decir esas cosas yo no parare de hacerlo, idiota -le susurré mientras escondía mi cara en el arco de su cuello. Él hundió sus dedos en mi cintura haciendo que pegara un pequeño grito por la sorpresa y por las cosquillas a traición que me hizo.

-Oh no, para -reí a la vez que me separaba de su pecho, él dejó de carcajear inmediatamente, asustándome un poco por la seriedad de sus facciones.

-No recuerdo el momento en el que te dije que te separaras de mí -hizo un leve puchero con su labio inferior y me volvió a coger de la cintura apoyándome de nuevo en su pecho. Esta vez fui yo la que carcajee.

-¿Quieres...um, pasar? -señalé mi casa que estaba de espaldas a mí.

-Es tarde -entorno sus ojos hacía mí y no voy a mentir, me sentí un poco desilusionada. Ya me estaba imaginando yo una sesión de besos interminable... niña estúpida.

-Además tienes una charla pendiente -dijo, detrás de una pausa mientras me guiñaba el ojo.

-¿Una charla? -Pregunté desorientada.

-Con tu madre -se encogió de hombros como si me hubiera dado la respuesta más obvia del mundo. Resoplé y al mismo instante de hacerlo Justin me miró con una ceja levantada.

-Quiero que seas amable y comprensible con ella, deja de ser tan cabezona, amargada y cabreada por una milésima de segundo, dale una oportunidad, mujer -me llevé las manos al pecho y lo miré con mis dos cejas levantadas.

-¿Tengo que darte las gracias por el consejo o pegarte una bofetada por llamarme cabezona, amargada y cabreada? -pregunté dándole esa dos simples opciones.

Será cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora