Narra Justin:
Desde que el agarre de ____ en mi mano se aflojo una milésima de segundo sabía que algo malo estaba pasando. Pero mi imaginación no iba más allá de mi, de mi padre o de mis hermanos, y cuando la escuche mascullar esa simple palabra mi corazón dejo de latir. Luego dicen que el mundo es un pañuelo, y es cierto, cuando te das cuenta todo se ha vuelto a unir como se unen las piezas de un puzle, y es que el tiempo lo pone todo en su lugar. Sentía la urgencia de ayudar a ___ de abrazarla con todas mis fuerzas o de susurrarle al oído que todo iba a salir bien pero estaba demasiado ocupado mirando con ojos entrecerrados al supuesto padre de ___. El hombre engominado de ojos verdes y vestido con un traje caro negro nos miraba con su ceño fruncido y con la boca levemente abierta. ____ temblaba a mi lado, tanto que por un momento creí que se desmayaría a mis pies. Siempre he querido que una chica se desmayara a mis pies, pero no de esta forma. Mi padre me miraba con una ceja levantada y con cara de pocos amigos, estaba igual de enchaquetado que el padre de ___, o como mi padre lo ha llamado, Robert. Un silencio espeso e incomodo se hizo cargo de la situación, asfixiando a todos con una cuerda invisible. Miré a ___ y le di un pequeño apretón a su mano pero ella ni siquiera parpadeo, me estaba asustando. Una voz salió de lo más profundo de la garganta de ese hombre y fue como si nos sacara de nuestro trance. Su voz era más ronca de lo normal y tenía algo que hizo que los vellos de mis brazos se erizaran.
-Lo siento chica, pero no se dé que estás hablando -El hombre intenta sonreír pero hace una mueca desagradable.
Los ojos de ___ se retornan a los suyos y siento como me agarra la mano más fuerte que antes. Sé que esta a punto de estallar y yo no dejaré que eso pase. Abrió la boca para intentar hablar pero ni las palabras le salían de sus preciosos labios.
-Justin -me llama mi padre- ¿Qué hace ella aquí?
-¡Eres tú! -grita de pronto ___ mientras nos sobresalta a todos. Ignora completamente la pregunta de mi padre y yo opto por hacer lo mismo, porque mi palma ya andaba inquieta.
-Lo siento pero creo que te has equivocado de persona -Robert vuelve a hablar con voz calmada pero con ese algo que me pone los pelos de punta.
-¡No mientas! ¡Eres tú! ¡Papá! -ella grita desesperada como si estuviera en el fondo de una piscina y no pudiera nadar hacia la superficie. Sus ojos se cristalizaron, por un momento pensé que se derrumbaría, que dejaría sus lágrimas correr por sus suaves mejillas. Pero una vez más me equivoqué al juzgarla antes de tiempo. ____ se sorbió los mocos y parpadeó una cuentas de veces para ahuyentar las lágrimas. Sigue hablando:
-¡Te he visto en fotos, me acuerdo de ti bastardo! -ella da un paso vacilante hacia él- mi padre también se llamaba Robert. ¡Eres tú joder! Me abandonaste pero te recuerdo perfectamente.
Las lágrimas vuelven a estar presentes en sus ojos pero las vuelve a espantar como una chica dura y cabezona que es. El tal Robert la mira con las cejas arqueadas y con un rostro sombrío que asusta un poco. La mira tan jodidamente serio y frío que por un momento me planteo si ___ realmente se ha equivocado de persona. Pero ella no se alteraría tanto si solo sospechara. Hace mucho tiempo que no lo ve, puede que se parezca pero no sea él ¿O sí? Pero si fuera, algo de remordimiento se le notaría, ¿Cuán fría puede ser una persona para abandonar a su hija? ¿Cuán fría puede llegar a ser una persona para reencontrarse con su hija y no mover ni un solo músculo? Estoy hecho un gran lío.
De nuevo ese incómodo silencio.
-Lleva a tu amiga fuera del salón, donde sea, pero fuera. No quiero que moleste más a mis invitados con sus tonterías de niña pequeña.
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Será cuestión de tiempo
FanfictionElla no era la chica que él siempre soño Él no era el chico que ella imagino Ninguno de los dos tenía una vida perfecta Pero por algún azar del destino se volvieron Perfectos el uno para el otro.