Será cuestión de tiempo

Capítulo 26;

Narra ___:

-Creo que no solo nos hemos perdido la clase de inglés. 

-Ups, esa no era mi intención -dice el idiota riendo. Me contagia la risa.

Había aparcado su moto justo en frente de mi casa. Pero aún estábamos montados en ella. El agarrando los manillares y yo abrazada a su cintura. A mí también me gusta está posición Justin. Eso es lo que dice mi corazón pero mi cabeza dice otra cosa. Mi cabeza quiere que te suelte y que huya como un ladrón que ha robado el diamante más caro del mundo. Quiere que te deje ir.

-Ya puedes soltarme si quieres -rió haciéndome sonrojar.

-Ups -imito su voz de hace segundos. - ¿Qué vas a hacer con la moto? Tu madre estará en casa y no sabe que la has cogido.

-Faltan unos 20 minutos para que vaya a recoger a mis hermanos al colegio. Cuando se marche lo vuelvo a dejar todo en su sitio. -sonríe pícaramente.- Lo tengo todo pensado nena

Me agarre de su hombro un poco más fuerte que otras veces y me baje la moto con un pequeño saltito que hizo reír a Justin. Lo mire con una ceja levantada y curve mis labios.

-Odio que me llames así

-¿Cómo? ¿Nena?

-Sip -dije haciendo énfasis en la p.

-¿Por qué?

-No sé, solo que...no me gusta

-Vale nena -lo fulmine con la mirada. -Lo siento...-dijo riendo.

-¿Quieres...mmm...pasar? -señale mi casa.

-Mejor otro día nen...preciosa -se corrigió.

-Como quieras imbécil -le sonreí falsamente.-Adiós

Gire sobre mis talones y me dirigí a la puerta de entrada. Justo cuando iba a poner mi mano en el pomo para abrir la puerta, Justin chillo algo que hizo que una ola de nervios aterrizara por todo mi cuerpo.

-¿Y me beso de despedida?

Lo mire con una ceja levantada y le enseñe el dedo de en medio. Rió. Su risa. Su risa ronca. Dulce y suave. Su risa alegre. Y cerré la puerta detrás de mí, con su risa aún en mi cabeza. Me apoye en la puerta, suspire, y cerré los ojos con una estúpida sonrisa en mi cara. ¿Qué mierda te está pasando ___ Thompson? Pon ya los jodidos pies en el suelo.

-¿Quién era ese chico? -me congelé. Mi corazón se rompió en mil pedazos cuando escuche su voz. Abrí mis ojos exaltada y quite mi sonrisa inmediatamente. Mi madre me miraba esperando una respuesta. Pero su mirada era distinta esta vez. No era fría y podía sentir como en sus ojos había un destello de culpabilidad. Sin embargo no tenía fuerzas para ejecutar ni una sola palabra. En la esquina de mis ojos pinchaban las lágrimas. Quiero llorar. Pero no puedes llorar ___.

Quite mi mirada de la suya y corrí escaleras arriba.

-¡___! -Me gritó mi... ¿Mi qué?

Pegue un portazo cuando cerré la puerta de mi habitación. Quería llorar. Pero no salía ninguna lágrima. En mi mente estaba grabada la imagen de Justin y su voz en mis oídos. “Hoy puedes desahogarte pero mañana tienes que ser fuerte.” Esa frase revotaba en mi cabeza una y otra vez, chocando a su paso con otros pensamientos. Me tiré en la cama cerrando los ojos fuertemente. Deseando desaparecer por tan solo un momento.

-____ por favor abre la puerta, necesito hablar contigo.

No le pienso hablar, no después de todo lo que me ha hecho. Respire hondo.

-Por favor...

Y todo se volvió oscuro.